De la mano del Espíritu SantoMuestra

Cuando comprendemos que Dios desea bendecirnos en todas las áreas de nuestra vida y que uno de sus deseos es acompañarnos en el proceso, podemos comprender que realmente la vida a su lado está llena de bendiciones. Es por eso que debemos de recordar que Él es quien tiene el control de nuestra vida y no nosotros, que realmente sus planes son más altos que los nuestros y que su voluntad es realmente agradable y perfecta.

José vivió muchas experiencias traumáticas a lo largo de su vida, fue vendido por sus hermanos porque tenían envidia del don que Dios le dio y por ser el hijo amado de su padre. Una vez vendido fue llevado a la casa de Potifar donde fue fiel en su trabajo y honró a su jefe. Pero, la esposa de Potifar le tendió una trampa, fue acusado injustamente y llevado a la cárcel. Aun alli, José fue fiel y en su corazón se mantenía el amor a Dios sabiendo que no estaba solo, aunque el panorama no era el que quería, no olvidó que Dios era bueno. Luego de estar en la cárcel y ser fiel, fue puesto como príncipe de Egipto y volvió a ver a sus hermanos por quienes había sido vendido y su corazón no fue rencoroso ni malicioso sino que estuvo lleno de amor y perdón; les dijo que aunque ellos tuvieron planes de muerte, Dios utilizó eso para su gloria.

Es por eso que a pesar del panorama actual, debemos tener la certeza de que es solo una temporada, no es para siempre y aunque sea doloroso existe una enseñanza en medio de ello y un propósito para ese tiempo. No desmayes, sigue confiando en que sus planes siempre son para bien, sigue disfrutando y siendo fiel en el proceso, así como lo fue José que al final fue de bendición para quienes tenían planes de mal para él.