Navidad: El Proyecto de PazMuestra

Se oye un canto en alta esfera

Una cosa que es evidente en toda la Biblia es que nuestro Dios es el "Dador de paz". Considera este versículo que se encuentra en Filipenses: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! [...] No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo. Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado.." (Filipenses 4:4,6-8 TLA).

En este pasaje, es increíble que la promesa de paz de Dios se mencione justo después de invitarnos, como pueblo suyo, a tomar nuestras preocupaciones e inquietudes y dejarlas a los pies de Jesús, dándole a conocer nuestras peticiones... E igualmente, vale la pena señalar que la invitación a dejar nuestras preocupaciones precede al llamado de dar gracias a Dios antes que nada.

Con demasiada frecuencia, olvidamos el poder de dar gracias a Dios cuando nos encontramos en una situación de necesidad o crisis. Tal vez en estos momentos no haya paz en la tierra, o incluso en nuestras vidas, pero en el caos, en la confusión y crisis, se nos recuerda que podemos traer nuestras preocupaciones, inquietudes y ansiedad a los brazos amorosos de nuestro Salvador, Jesucristo. Él nos ve, y su corazón es compasivo para con nosotros. Este pensamiento nos recuerda también que debemos recordar a los necesitados y a los que están en crisis en todo el mundo.

Que nuestras mentes y nuestros corazones vean a las personas quebrantadas y desplazadas de todo el mundo que están desesperadas por encontrar seguridad, libertad y un lugar al que llamar hogar: la humanidad anhela la paz. Todos podemos contribuir a traer la paz de Dios a esta tierra.

Así que hoy, mientras damos gracias a Dios por las muchas cosas con las que hemos sido bendecidos, imaginemos cuánto agradaría al corazón de Dios hacer una pausa para pedir y orar por los refugiados del mundo que necesitan desesperadamente las cosas más básicas. Y mientras lo hacemos, dirijamos nuestras mentes a pensar en las cosas que son verdaderas, honorables, justas, puras, hermosas, loables y excelentes.

Que este tiempo de Navidad sea un tiempo en el que demos gracias a Dios por todo lo que ha hecho y miremos a nuestro alrededor, a nuestros prójimos, y nos preguntemos cómo podemos formar parte de su historia de paz y redención.

Conexión y acción:

• Comparte con alguien por qué das gracias a Dios hoy.
• Comparte con alguien cómo tus oraciones pueden cambiar situaciones.
• ¿Cómo puedes ayudar a los demás, en tu mundo y a tu alrededor, a encontrar seguridad, libertad, esperanza, paz y un sentido de hogar?

Puntos de oración:

• Por las personas que sufren en esta época navideña.
• Por los refugiados y otras personas que buscan desesperadamente seguridad, libertad y un lugar al que llamar hogar.
• Por la labor de los programas de ayuda humanitaria, como Cruz Roja, Amor Preventivo y World Vision, que tratan de atender a las personas más vulnerables en tiempos de crisis.