Jesús es el Príncipe de PazMuestra

El Príncipe de Paz prometido

El Diccionario Webster define la paz no solo como «un estado de tranquilidad o quietud», sino también como «ausencia de disturbios civiles» y «ausencia de pensamientos o emociones inquietantes u opresivas».

Ahora vivimos en una época en la que los disturbios civiles son una realidad en prácticamente todas las naciones del mundo. Todo lo que hay que hacer para contagiarse de la emoción negativa que suscitan los acontecimientos actuales es levantar el periódico del día o ver un noticiario. ¿Es posible que, en medio de la agitación de la vida, podamos alcanzar y mantener un estilo de vida de paz? La buena noticia es que la respuesta es: «Sí, porque Jesús es el Príncipe de Paz».

En Isaías 9:6, encontramos palabras proféticas que predicen la autoridad y el reinado de Jesús. Jesús es el todopoderoso Príncipe de Paz que vino a redimirnos. Está siempre presente con nosotros.

Lucas 1:68-79 es otro pasaje significativo para nuestra comprensión de Jesús como Príncipe de Paz. Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y de su boca salió la más hermosa profecía. Zacarías habló del nacimiento de su hijo, Juan el Bautista. En los versículos 76-79 (NTV), también predijo la vida de Jesús, el Príncipe de Paz:

Y tú, mi pequeño hijo,

serás llamado profeta del Altísimo,

porque prepararás el camino para el Señor.

Dirás a su pueblo cómo encontrar la salvación

mediante el perdón de sus pecados.

Gracias a la tierna misericordia de Dios,

la luz matinal del cielo está a punto de brillar entre nosotros,

para dar luz a los que están en oscuridad y en sombra de muerte,

y para guiarnos al camino de la paz.

Por su amor, Dios tomó la iniciativa y vino a buscarnos. El Señor vino para que pudiéramos conocer su salvación y su tierna misericordia. A través de la cruz, toda la humanidad pudo ser redimida por Aquel que es el Príncipe de Paz.