¡Señor, tengo hambre de ti!Muestra
“Si no sentimos hambre, no comeremos”
Todo aquel que profesa ser cristiano está de acuerdo en que debemos permanecer en Cristo. Pero nuestro acuerdo sólo es importante en la medida en que sentimos que sea verdad. Cuanto menos sintamos nuestra necesidad de Cristo, menos permaneceremos en Él. Jesús lo dijo de esta manera: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5, LBLA).
Digo “sentir” porque es lo más cercano a la clase de conocimiento de nuestra necesidad de Jesús que Él quiere que tengamos. No es simplemente el conocimiento cerebral, sino el conocimiento experimental, como el saber que necesitamos alimentos.
Pero una cosa es saber que necesitamos nutrientes para nuestro cuerpo cuando no hemos comido en 24 horas y otra cosa es saber que necesitamos nutrientes para nuestro cuerpo después de que acabamos de tragar una bolsa de patatas fritas con un litro de refresco. No es probable que comamos alimentos que realmente necesitamos después de saciar nuestro apetito con chatarra. Si no sentimos hambre, no comeremos, especialmente el tipo de comida que más necesitamos.
Lo mismo es cierto con la nutrición espiritual. Si no sentimos hambre de Dios, porque hemos estado comiendo chatarra espiritual, no es probable que queramos comer la comida que más necesitamos –la comida de la Vid.
Todo aquel que profesa ser cristiano está de acuerdo en que debemos permanecer en Cristo. Pero nuestro acuerdo sólo es importante en la medida en que sentimos que sea verdad. Cuanto menos sintamos nuestra necesidad de Cristo, menos permaneceremos en Él. Jesús lo dijo de esta manera: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5, LBLA).
Digo “sentir” porque es lo más cercano a la clase de conocimiento de nuestra necesidad de Jesús que Él quiere que tengamos. No es simplemente el conocimiento cerebral, sino el conocimiento experimental, como el saber que necesitamos alimentos.
Pero una cosa es saber que necesitamos nutrientes para nuestro cuerpo cuando no hemos comido en 24 horas y otra cosa es saber que necesitamos nutrientes para nuestro cuerpo después de que acabamos de tragar una bolsa de patatas fritas con un litro de refresco. No es probable que comamos alimentos que realmente necesitamos después de saciar nuestro apetito con chatarra. Si no sentimos hambre, no comeremos, especialmente el tipo de comida que más necesitamos.
Lo mismo es cierto con la nutrición espiritual. Si no sentimos hambre de Dios, porque hemos estado comiendo chatarra espiritual, no es probable que queramos comer la comida que más necesitamos –la comida de la Vid.
Escrituras
Acerca de este Plan
Uno de los regalos más misericordiosos que Dios pueda darnos es un conocimiento profundo y claro de nuestra dependencia en Él para todo. El vivir la vida cristiana se basa en nuestra total dependencia en la gracia de Dios, que recibimos a través de Jesucristo por el Espíritu Santo. En estos tres días, podrás reflexionar sobre por qué es necesario que dependamos en todas las cosas del Señor.
More
Nos gustaría agradecer a Jon Bloom, redactor para desiringGod.org, en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.desiringGod.org y www.elcentronetwork.com