La Voluntad De DiosMuestra

La soberanía de Dios y nuestro libre albedrío

Al considerar la voluntad de Dios, algunas de las preguntas que me hacen con frecuencia tienen que ver con la inevitabilidad. ¿Se cumplirá siempre el plan del Señor? ¿Podemos nosotros malograrlo? ¿Tenemos una opción en lo que pueden ser nuestras vidas? ¿Qué tanto del plan de Dios nos impondrá Él activamente, y cuánto podremos decidir por nosotros mismos?

Estas son algunas de las preguntas que todos enfrentamos cuando buscamos la voluntad de Dios, en especial en términos de las decisiones que son importantes para nosotros. Para comprender mejor la soberanía del Señor y nuestro libre albedrío, necesitamos examinar dos aspectos principales del plan del Señor: lo que Él ha determinado que sucederá y lo que Él desea que suceda.

La voluntad decretiva (soberana) de Dios es lo que se hará. Sus planes inevitables, inmutables, con propósito y completos, que le traerán gran alabanza y gloria. Debemos entender que Dios no hace este tipo de planes exclusivamente para eventos mundiales o naciones. También hace planes para usted y para mí (Salmos 139.16). En Efesios 2.10, la Biblia revela que "somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas". El Señor nos prepara a cada uno de nosotros para ciertas tareas y nos da dones únicos con los cuales podemos ganar al mundo para Él (1 Corintios 12.7).

La voluntad preceptiva (permisiva) de Dios es donde usted y yo vivimos cada día. Dios nos da opciones para que podamos ejercer nuestro libre albedrío al obedecerle. También lo hace para probar nuestros corazones, para ver si realmente lo reconocemos como nuestro Dios. Su voluntad deseada es su participación personal en nuestra vida diaria y su dirección en nuestras decisiones. Por lo tanto, mientras que la voluntad decretiva del Señor es inevitable e impredecible más allá de lo que Él ha revelado en su Palabra, la voluntad preceptiva del Padre Celestial para su vida es conocible en las circunstancias que usted experimenta. Y eso requiere que tome una decisión sobre quién es Él para usted.

Lo más importante que usted debe recordar es que Dios está totalmente involucrado en los planes que tiene para cada uno de sus hijos. Si usted está buscando a Dios y desea hacer su voluntad, tiene la promesa de que Él le mostrará qué hacer. El Señor Jesús mismo dijo: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá" (Mateo 7.7, 8). Como su Padre celestial, Dios quiere que pida, busque y llame para que Él pueda dar, revelar, abrir y proveer lo que es bueno para usted (Mateo 7.11).

Por lo tanto, incluso cuando usted no tenga claro qué opción tomar —si por alguna razón Él mantiene oculta su voluntad—, puede consolarse con el hecho de que "Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2.13). El Señor asume la responsabilidad de dirigirle en medio de los valles de la vida. El Padre Celestial moverá ciertamente cielo y tierra para mostrarle su voluntad en el tiempo de Él... y en los días siguientes, veremos más de cerca lo que eso significa y las muchas maneras en que Él lo hace.