Provisión Divina

Comienza. El Camino a Una Vida Plena

Fruto Del Espíritu

En Medio Del Fuego

Reencendiendo Nuestra Sexualidad

Discípulo De Cristo

Betania - Un Corazón Que Anhela Su Presencia

Historias Asombrosas - La Provisión de Dios

Enfrentando el sufrimiento

Los Decretos De Dios Para Tu Vida

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="chapter ch1" data-usfm="ZEC.1">
 <div class="label">1</div><div class="s">Llamamiento a volver a Jehov&#225;</div><div class="p"> 1En el octavo mes del a&#241;o segundo de Dar&#237;o, vino palabra de Jehov&#225; al profeta Zacar&#237;as#Esd. 4.24&#8212;5.1; 6.14. hijo de Berequ&#237;as, hijo de Iddo, diciendo: 2Se enoj&#243; Jehov&#225; en gran manera contra vuestros padres. 3Diles, pues: As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Volveos a m&#237;, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, y yo me volver&#233; a vosotros, ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. 4No se&#225;is como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon, dice Jehov&#225;. 5Vuestros padres, &#191;d&#243;nde est&#225;n?; y los profetas, &#191;han de vivir para siempre? 6Pero mis palabras y mis ordenanzas que mand&#233; a mis siervos los profetas, &#191;no alcanzaron a vuestros padres? Por eso volvieron ellos y dijeron: Como Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos pens&#243; tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, as&#237; lo hizo con nosotros.</div><div class="s">La visi&#243;n de los caballos</div><div class="p"> 7A los veinticuatro d&#237;as del mes und&#233;cimo, que es el mes de Sebat, en el a&#241;o segundo de Dar&#237;o, vino palabra de Jehov&#225; al profeta Zacar&#237;as hijo de Berequ&#237;as, hijo de Iddo, diciendo: 8Vi de noche, y he aqu&#237; un var&#243;n que cabalgaba sobre un caballo alaz&#225;n,#Ap. 6.4. el cual estaba entre los mirtos que hab&#237;a en la hondura; y detr&#225;s de &#233;l hab&#237;a caballos alazanes, overos y blancos.#Ap. 6.2. 9Entonces dije: &#191;Qu&#233; son estos, se&#241;or m&#237;o? Y me dijo el &#225;ngel que hablaba conmigo: Yo te ense&#241;ar&#233; lo que son estos. 10Y aquel var&#243;n que estaba entre los mirtos respondi&#243; y dijo: Estos son los que Jehov&#225; ha enviado a recorrer la tierra. 11Y ellos hablaron a aquel &#225;ngel de Jehov&#225; que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aqu&#237; toda la tierra est&#225; reposada y quieta. 12Respondi&#243; el &#225;ngel de Jehov&#225; y dijo: Oh Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, &#191;hasta cu&#225;ndo no tendr&#225;s piedad de Jerusal&#233;n, y de las ciudades de Jud&#225;, con las cuales has estado airado por espacio de setenta a&#241;os? 13Y Jehov&#225; respondi&#243; buenas palabras, palabras consoladoras, al &#225;ngel que hablaba conmigo. 14Y me dijo el &#225;ngel que hablaba conmigo: Clama diciendo: As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Cel&#233; con gran celo a Jerusal&#233;n y a Sion. 15Y estoy muy airado contra las naciones que est&#225;n reposadas; porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal. 16Por tanto, as&#237; ha dicho Jehov&#225;: Yo me he vuelto a Jerusal&#233;n con misericordia; en ella ser&#225; edificada mi casa, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, y la plomada ser&#225; tendida sobre Jerusal&#233;n. 17Clama a&#250;n, diciendo: As&#237; dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: A&#250;n rebosar&#225;n mis ciudades con la abundancia del bien, y a&#250;n consolar&#225; Jehov&#225; a Sion, y escoger&#225; todav&#237;a a Jerusal&#233;n.</div><div class="s">Visi&#243;n de los cuernos y los carpinteros</div><div class="p"> 18Despu&#233;s alc&#233; mis ojos y mir&#233;, y he aqu&#237; cuatro cuernos. 19Y dije al &#225;ngel que hablaba conmigo: &#191;Qu&#233; son estos? Y me respondi&#243;: Estos son los cuernos que dispersaron a Jud&#225;, a Israel y a Jerusal&#233;n. 20Me mostr&#243; luego Jehov&#225; cuatro carpinteros. 21Y yo dije: &#191;Qu&#233; vienen estos a hacer? Y me respondi&#243;, diciendo: Aquellos son los cuernos que dispersaron a Jud&#225;, tanto que ninguno alz&#243; su cabeza; mas estos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Jud&#225; para dispersarla.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="chapter ch2" data-usfm="ZEC.2">
 <div class="label">2</div><div class="s">Llamamiento a los cautivos</div><div class="p"> 1Alc&#233; despu&#233;s mis ojos y mir&#233;, y he aqu&#237; un var&#243;n que ten&#237;a en su mano un cordel de medir. 2Y le dije: &#191;A d&#243;nde vas? Y &#233;l me respondi&#243;: A medir a Jerusal&#233;n, para ver cu&#225;nta es su anchura, y cu&#225;nta su longitud. 3Y he aqu&#237;, sal&#237;a aquel &#225;ngel que hablaba conmigo, y otro &#225;ngel le sali&#243; al encuentro, 4y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros ser&#225; habitada Jerusal&#233;n, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. 5Yo ser&#233; para ella, dice Jehov&#225;, muro de fuego en derredor, y para gloria estar&#233; en medio de ella.</div><div class="p"> 6Eh, eh, huid de la tierra del norte, dice Jehov&#225;, pues por los cuatro vientos de los cielos os esparc&#237;, dice Jehov&#225;. 7Oh Sion, la que moras con la hija de Babilonia, esc&#225;pate. 8Porque as&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Tras la gloria me enviar&#225; &#233;l a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la ni&#241;a de su ojo. 9Porque he aqu&#237; yo alzo mi mano sobre ellos, y ser&#225;n despojo a sus siervos, y sabr&#233;is que Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos me envi&#243;. 10Canta y al&#233;grate, hija de Sion; porque he aqu&#237; vengo, y morar&#233; en medio de ti, ha dicho Jehov&#225;. 11Y se unir&#225;n muchas naciones a Jehov&#225; en aquel d&#237;a, y me ser&#225;n por pueblo, y morar&#233; en medio de ti; y entonces conocer&#225;s que Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos me ha enviado a ti. 12Y Jehov&#225; poseer&#225; a Jud&#225; su heredad en la tierra santa, y escoger&#225; a&#250;n a Jerusal&#233;n.</div><div class="p"> 13Calle toda carne delante de Jehov&#225;; porque &#233;l se ha levantado de su santa morada.</div>
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 <div class="chapter ch14" data-usfm="REV.14">
 <div class="label">14</div><div class="s">El c&#225;ntico de los 144 mil</div><div class="p"> 1Despu&#233;s mir&#233;, y he aqu&#237; el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con &#233;l ciento cuarenta y cuatro mil, que ten&#237;an el nombre de &#233;l y el de su Padre escrito en la frente.#Ez. 9.4; Ap. 7.3. 2Y o&#237; una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que o&#237; era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3Y cantaban un c&#225;ntico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie pod&#237;a aprender el c&#225;ntico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son v&#237;rgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 5y en sus bocas no fue hallada mentira,#Sof. 3.13. pues son sin mancha delante del trono de Dios.</div><div class="s">El mensaje de los tres &#225;ngeles</div><div class="p"> 6Vi volar por en medio del cielo a otro &#225;ngel, que ten&#237;a el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda naci&#243;n, tribu, lengua y pueblo, 7diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.</div><div class="p"> 8Otro &#225;ngel le sigui&#243;, diciendo: Ha ca&#237;do, ha ca&#237;do Babilonia,#Is. 21.9; Ap. 18.2. la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicaci&#243;n.</div><div class="p"> 9Y el tercer &#225;ngel los sigui&#243;, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10&#233;l tambi&#233;n beber&#225; del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el c&#225;liz de su ira;#Is. 51.17. y ser&#225; atormentado con fuego y azufre#Gn. 19.24. delante de los santos &#225;ngeles y del Cordero; 11y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.#Is. 34.10. Y no tienen reposo de d&#237;a ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.</div><div class="p"> 12Aqu&#237; est&#225; la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jes&#250;s.</div><div class="p"> 13O&#237; una voz que desde el cielo me dec&#237;a: Escribe: Bienaventurados de aqu&#237; en adelante los muertos que mueren en el Se&#241;or. S&#237;, dice el Esp&#237;ritu, descansar&#225;n de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.</div><div class="s">La tierra es segada</div><div class="p"> 14Mir&#233;, y he aqu&#237; una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre,#Dn. 7.13. que ten&#237;a en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15Y del templo sali&#243; otro &#225;ngel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra est&#225; madura.#Jl. 3.13. 16Y el que estaba sentado sobre la nube meti&#243; su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.</div><div class="p"> 17Sali&#243; otro &#225;ngel del templo que est&#225; en el cielo, teniendo tambi&#233;n una hoz aguda. 18Y sali&#243; del altar otro &#225;ngel, que ten&#237;a poder sobre el fuego, y llam&#243; a gran voz al que ten&#237;a la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas est&#225;n maduras. 19Y el &#225;ngel arroj&#243; su hoz en la tierra, y vendimi&#243; la vi&#241;a de la tierra, y ech&#243; las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20Y fue pisado el lagar#Is. 63.3; Ap. 19.15. fuera de la ciudad, y del lagar sali&#243; sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.</div>
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