El sufrimiento que trae gozoMuestra
“Cómo lidiamos con las providencias amargas”
¿Cómo lidia con los contratiempos, las decepciones, los abusos, los dolores de cabeza, las calamidades, las amargas providencias de nuestra vida? Cuando Jesús buscó una analogía del sufrimiento seguido por el gozo, utilizó el ejemplo de la mujer cuando da a luz: "Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo" (Juan 16:21, LBLA).
El llamado de ser madre es un llamado a sufrir. No solo al comienzo de la vida, sino también al final. Simón dijo a María, madre de Jesús: "He aquí, este niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones" (Lucas 2:34-35, LBLA).
Las madres sufren cuando sus hijos nacen. Las madres sufren cuando los hijos las dejan para encaminarse en la vida. Las madres sufren cuando sus hijos mueren. Las madres sufren cuando sus hijos son necios. "El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza para su madre" (Proverbios 10:1, LBLA).
Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Cómo lidiamos con el sufrimiento inminente? Veamos la respuesta en los siguientes días.
¿Cómo lidia con los contratiempos, las decepciones, los abusos, los dolores de cabeza, las calamidades, las amargas providencias de nuestra vida? Cuando Jesús buscó una analogía del sufrimiento seguido por el gozo, utilizó el ejemplo de la mujer cuando da a luz: "Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo" (Juan 16:21, LBLA).
El llamado de ser madre es un llamado a sufrir. No solo al comienzo de la vida, sino también al final. Simón dijo a María, madre de Jesús: "He aquí, este niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones" (Lucas 2:34-35, LBLA).
Las madres sufren cuando sus hijos nacen. Las madres sufren cuando los hijos las dejan para encaminarse en la vida. Las madres sufren cuando sus hijos mueren. Las madres sufren cuando sus hijos son necios. "El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza para su madre" (Proverbios 10:1, LBLA).
Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Cómo lidiamos con el sufrimiento inminente? Veamos la respuesta en los siguientes días.
Acerca de este Plan
El sufrimiento es algo que vamos a experimentar a lo largo de nuestra vida. Pero para el creyente, debemos confiar en la soberanía de Dios de que Él está obrando a nuestro favor en todo lo que nos sucede, y resultará para nuestro bien y gozo. En estos tres días, el maestro John Piper nos invita a reflexionar sobre cómo lidiar con el sufrimiento desde una perspectiva bíblica.
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Nos gustaría agradecer a John Piper, fundador y maestro de desiringGod.org, en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.desiringGod.org y www.elcentronetwork.com