26 de noviembre

Introducción

Salmo 146: Hoy y durante los próximos cuatro días, estaremos leyendo los cinco salmos finales (146—150) en el libro de Salmos. Los cinco comienzan y terminan con las palabras «¡Alabado sea el Señor!» y forman la doxología final del libro. Estos cinco salmos también son conocidos como los salmos «Aleluya» porque en algunas traducciones comienzan y terminan con la palabra «Aleluya». La lectura de hoy alaba a Dios como creador y libertador y enfatiza la preocupación de Dios por la justicia.

Versículo clave para hoy: Salmos 146:1–2

Alabaré al Señor con toda mi alma. Alabaré al Señor mientras yo viva; cantaré himnos a mi Dios mientras yo exista.

Reflexiona

Lee otra vez los versículos 3 y 4. Estos versículos reflejan el fuerte mensaje de los profetas de Israel de que el pueblo debía poner su confianza en Dios y no en líderes terrenales, riquezas, poderes extranjeros o ídolos. ¿Cuáles son los riesgos de poner nuestra confianza en cosas terrenales? ¿Por qué podríamos sentir la tentación de hacerlo?

Ora

¡Alabado sea el Señor! ¡Alaba al Señor, oh alma mía! Te alabaré mientras viva, oh Dios. Cantaré a ti toda mi vida. Creador del cielo, la tierra y el mar, siempre cumples tus promesas; juzgas a favor de los oprimidos y das comida a los hambrientos. Eres rey por siempre y reinarás por siempre. Amén.

Lectura para mañana

Salmo 147: Un salmo en alabanza a Dios Todopoderoso.