EL CUMPLIDOR DE PROMESASMuestra
La espera
Frecuentemente tengo promesas ordinarias que me generan expectativa bonita, algunas son, por ejemplo, tomar café en un sitio especial con mis amigas, otras son las relacionadas con comidas en restaurantes famosos por sus sabores espectaculares y una tercera es la relacionada con compras de ropa o maquillaje. Cuando alguna de estas promesas llega a mi vida, espero como una niña de 44 años el día de su cumplimiento. Sin embargo, no siempre se cumplen, unas por olvido, otras por recursos, otras por tiempo, etc.
Lo cierto es que la espera, en ocasiones es emocionalmente intensa, cuento los días, me imagino el lugar que voy a visitar, lo que voy a comer, la compañía que voy a disfrutar, lo que voy a estrenar, la bendición que voy a vivir, etc. La promesa muchas veces me genera ansiedad, quisiera que llegara ya. A pesar de mis creencias firmes en Dios, me tienta la idea de querer ser como "Mi bella genio" (okey se me cayó la cédula, jajaja). "Mi bella genio", era un programa de hace mucho tiempo atrás, una "Genio de la lámpara", llamada Jenny, que con solo parpadear cumplía los deseos de su amo. Y es que aquí quiero aterrizar en el "amo".
Cuando estamos esperando una promesa del Señor, debemos asegurarnos de poner cada cosa en su lugar mientras aguardamos, porque sin querer, en la espera; pensamos que se trata de nuestro corazón como amo. Es decir, pensamos que se trata de mis deseos, de mis anhelos y en realidad no es así, se trata del Señor y su propósito, sus planes, sus caminos.
David, el salmista, hizo esta distinción mientras esperaba la promesa del Señor, se dijo: ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí?, él puso con determinación las cosas en su lugar. Continuó diciendo: Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación y Dios mío. (Sal.43:5).
El salmista tenía promesas que esperaba con ansias, a tal punto que le dijo a su alma. ¡Ey!, espera corazón, tú no eres mi amo para hacerme desfallecer abatido y turbado mientras espero, no, el Señor es mi Salvación y mi Dios.
Tal vez esto de esperar por esa promesa te parezca algo interminable, y mientras esperas dices creo que tengo que ayudar a Dios. Como Saray, diez años después de su promesa de tener un hijo. Le dijo a su corazón (amo) y se lo manifestó a su esposo, definitivamente Dios me hizo estéril, y seguidamente le notifica el plan B. Pues no, aunque el resultado de tu gestión se parezca a la promesa, no es el cumplimiento. Se hará como el Señor ha dicho.
Así que mientras esperas, se paciente, obedece, camina en integridad delante Dios y no busques atajos.
Para meditar y tus notas personales:
¿Cómo estás aguardando las promesas de Dios?
¿Qué estás considerando como plan B?
Acerca de este Plan
Este devocional, está diseñado para aquellos que están esperando en las promesas del Señor y necesitan fortalecer su fe mientras esperan.
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Nos gustaría agradecer a Jhodarlys Beltrán por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instagram.com/jhodarlysb?igshid=MzRlODBiNWFlZA==