Realidad O Ilusión Muestra

ADORMECIDO O SANO

La necesidad de terapeutas o profesionales de salud mental ha aumentado de un 37% a un 62% en este año y se espera que siga aumentando para el 2025. Muchos de los profesionales de salud no dan abasto con la necesidad a la que se enfrentan actualmente, afectando las diferentes edades y comunidades.

Estas cifras son realmente alarmantes y te llevan a detenerte y pensar que realmente ha sucedido. ¿Como de unos años hasta ahora estas cifras se han aumentado repentinamente y por qué no se estiman que disminuya? ¿Hay algo que estamos haciendo o dejando de hacer?

Probablemente en algún momento has tomado medicina bajar un dolor corporal, en la mayoría de los casos tomamos analgésicos con la esperanza que aquel dolor o incomodidad se vaya. Pero la función de estos analgésicos no es erradicar el dolor sino que bloquean o interfieren con las señales de dolor que el cuerpo envía al cerebro. En este caso el problema esta adormecido pero no necesariamente indica que se ha erradicado.

Es importante en nuestro caminar como representantes de Cristo tomar un tiempo para hacer un autoanálisis de nuestro presente. Que areas de nuestra vida están realmente funcionando, que areas necesitamos una intervención y trabajo profundo del Espíritu Santo. Adormecer el dolor en muchas ocaciones se refleja en una inclinación a ignorar situaciones que requieren de nuestra atención, puede verse como insistir en seguir un estilo de vida que a un futuro estará afectándonos en lugar de ayudarnos a alcanzar nuestro potencial en Cristo.

Toma un momento para pausar y evaluar tu presente el cual incluye tu relación con Dios, tus relaciones con otros, tus hábitos. Toma tiempo en oración para pedirle a Dios que revele aquellas areas que necesitan ser sanadas. La oración no es puesta como un requerimiento del cristianismo es la llave que nos permite conocer a Dios de una forma profunda y a su vez nos permite ver que areas en nosotros necesitan de Su intervención.

Es mi oración que este devocional te ayude a vivir una realidad de victoria, te ayude a establecer cambios en tu vida que fortalezcan tu fe y te acerquen más a Jesús.