Devocional Del Día | OctubreMuestra

Cristo habita en mí.

Efesios 3:14-19

Mi respuesta es ponerme de rodillas ante el Padre, este Padre magnífico que reparte todo el cielo y la tierra. Le pido que te fortalezca con su Espíritu, no una fuerza bruta sino una gloriosa fuerza interior, para que Cristo viva en ti cuando abras la puerta y lo invites a entrar. Y le pido que, con ambos pies firmemente plantados en el amor, tú podrás asimilar con todos los seguidores de Jesús las extravagantes dimensiones del amor de Cristo. ¡Acérquese y experimente la amplitud! ¡Prueba su longitud! ¡Sondea las profundidades! ¡Sube a las alturas! Vivir vidas plenas, plenas en la plenitud de Dios.

Estos versículos son hermosos, aquí Pablo en este momento de su vida está encarcelado y su misión era animar a los efesios a vivir una vida en Cristo. En estos versículos vemos cómo ora Pablo por Éfeso y remarca algo importante él, le pide a Dios que ellos puedan ser fortalecidos en el hombre interior. En otras palabras, Pablo ora por una transformación en su forma de pensar y en su espíritu, además ora porque Cristo habite en ellos. No solo se trata de creer en Jesús, sino que Él viva en nosotros.

Si eso se vuelve real en nosotros viviremos en la plenitud de Dios, Experimentaremos lo amplio de Dios, su longitud, sus profundidades. Sin importar nuestra condición. Pablo, aunque estaba en la cárcel, como dejó que Dios habitara en él, pudo vivir más libre que nunca.

Eso lo deseo para mí.

Medita: ¿Deseas que Cristo habite en ti y puedas ver su plenitud en tu vida?