Yugo desigual en el matrimonio: Desafíos y oportunidadesMuestra
CUANDO ESTÁS CONSIDERANDO CASARTE CON UN INCRÉDULO
“El amor es ciego”, dice un antiguo y conocido proverbio. Los sentimientos románticos son raramente lógicos, predecibles, sensibles o controlables. Como resultado, es fácil “enamorarte” de alguien que no elegirías racionalmente como tu compañero de matrimonio.
Cuando esto sucede, es tiempo de dar un paso atrás, de poner cierta distancia entre tu mente y tus emociones. Piensa cuidadosamente en lo que podría significar entrar en una unión de por vida con una persona que no comparte tus convicciones más profundas acerca de Dios, del universo, y del significado de la vida. Probablemente sería más difícil de lo que supones.
Para un creyente sincero y dedicado, la voluntad del Señor es siempre lo más importante. Eso sin mencionar que la elección de una pareja para toda la vida es un asunto de profunda importancia. Desde el punto de vista cristiano, sólo es superado por la relación de una persona con Dios. Las implicaciones deberían ser obvias. Si eres un creyente que se ha involucrado profundamente en una relación romántica con un incrédulo, necesitas pensar cuidadosamente acerca de lo que estás haciendo. El desafío que estás enfrentando es más grande que una simple diferencia de “opinión religiosa". Es una cuestión de conceptos del mundo dramáticamente contrastantes. Cuando estos conceptos chocan, los resultados pueden ser devastadores para una relación marital.
Considerando esto, si estás en una relación de esta naturaleza, probablemente sería prudente frenar, al menos por un tiempo. Busca consejo espiritual adecuado antes de seguir adelante. Sé humilde y escucha cuidadosamente el consejo de aquellos que más te conocen y te aman, especialmente de compañeros seguidores de Cristo. No te arrepentirás.
Ten presente que es fácil racionalizar la situación diciéndote a ti mismo que tu objetivo es ver que tu novio o novia llegue a la fe en Cristo. El hecho es que las “citas misioneras” rara vez son una buena idea. Si él o ella va a llegar a tener una verdadera relación con el Señor, tendrá que ser fuera de su relación contigo. De lo contrario, si terminan casándose, siempre te estarás preguntando si tu pareja ha elegido seguir a Cristo por convicción genuina o simplemente por el deseo de complacerte y de estar contigo.
Si estás realmente preocupado por la salvación de tu novio o novia, hay una mejor manera de abordar el problema. En vez de tomar el asunto en tus propias manos, haz que se contacte con un amigo cristiano maduro que pueda actuar como un mentor espiritual. Enfrenta el hecho de que no puedes desempeñar este papel por ti mismo. Si lo intentas, el elemento romántico sólo nublará la situación y te hará más difícil cuidar de tu propio corazón (Proverbios 4:23).
“El amor es ciego”, dice un antiguo y conocido proverbio. Los sentimientos románticos son raramente lógicos, predecibles, sensibles o controlables. Como resultado, es fácil “enamorarte” de alguien que no elegirías racionalmente como tu compañero de matrimonio.
Cuando esto sucede, es tiempo de dar un paso atrás, de poner cierta distancia entre tu mente y tus emociones. Piensa cuidadosamente en lo que podría significar entrar en una unión de por vida con una persona que no comparte tus convicciones más profundas acerca de Dios, del universo, y del significado de la vida. Probablemente sería más difícil de lo que supones.
Para un creyente sincero y dedicado, la voluntad del Señor es siempre lo más importante. Eso sin mencionar que la elección de una pareja para toda la vida es un asunto de profunda importancia. Desde el punto de vista cristiano, sólo es superado por la relación de una persona con Dios. Las implicaciones deberían ser obvias. Si eres un creyente que se ha involucrado profundamente en una relación romántica con un incrédulo, necesitas pensar cuidadosamente acerca de lo que estás haciendo. El desafío que estás enfrentando es más grande que una simple diferencia de “opinión religiosa". Es una cuestión de conceptos del mundo dramáticamente contrastantes. Cuando estos conceptos chocan, los resultados pueden ser devastadores para una relación marital.
Considerando esto, si estás en una relación de esta naturaleza, probablemente sería prudente frenar, al menos por un tiempo. Busca consejo espiritual adecuado antes de seguir adelante. Sé humilde y escucha cuidadosamente el consejo de aquellos que más te conocen y te aman, especialmente de compañeros seguidores de Cristo. No te arrepentirás.
Ten presente que es fácil racionalizar la situación diciéndote a ti mismo que tu objetivo es ver que tu novio o novia llegue a la fe en Cristo. El hecho es que las “citas misioneras” rara vez son una buena idea. Si él o ella va a llegar a tener una verdadera relación con el Señor, tendrá que ser fuera de su relación contigo. De lo contrario, si terminan casándose, siempre te estarás preguntando si tu pareja ha elegido seguir a Cristo por convicción genuina o simplemente por el deseo de complacerte y de estar contigo.
Si estás realmente preocupado por la salvación de tu novio o novia, hay una mejor manera de abordar el problema. En vez de tomar el asunto en tus propias manos, haz que se contacte con un amigo cristiano maduro que pueda actuar como un mentor espiritual. Enfrenta el hecho de que no puedes desempeñar este papel por ti mismo. Si lo intentas, el elemento romántico sólo nublará la situación y te hará más difícil cuidar de tu propio corazón (Proverbios 4:23).
Escrituras
Acerca de este Plan
Casarse con alguien que no comparte tu fe en Jesucristo no es un asunto casual. No estar de acuerdo entre chocolate y vainilla es un bache relacional. Estar en desacuerdo en la manera de ver el mundo puede ser una montaña. Ya sea que te convertiste al cristianismo antes o después de casarte, o si eres soltero y estás saliendo con alguien o construyendo una relación romántica, vamos a hablar de los desafíos y las oportunidades que surgen al estar en un desajuste espiritual.
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Queremos agradecer a Focus on the Family por proveer este Plan. Para más información, por favor visita: http://family.custhelp.com/app/home