La gracia de Dios en nuestras vidasMuestra
LA GRACIA DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS
Tema de hoy:
5. La gracia que nos impulsa a perdonar y ser perdonados.
Te contaré la historia de una familia compuesta por cinco personas: los padres Juan y Laura, sus hijos Daniel, Sofía y la abuela Clara. Un día, durante una reunión familiar, ocurrió algo que generó tensiones y heridas emocionales entre ellos. Juan y Laura se vieron envueltos en una discusión acalorada, lanzándose palabras hirientes y dañinas. Daniel y Sofía, los hijos, presenciaron la situación y quedaron impactados por la falta de amor y respeto en el ambiente familiar.
Pasaron días, semanas y el ambiente en casa se volvía cada vez más tenso. Las palabras hirientes pronunciadas durante esa discusión seguían resonando en sus corazones impidiéndoles experimentar paz y armonía. Sin embargo el corazón de Clara, la abuela, se llenó de compasión y sabiduría. Recordó una enseñanza importante de Jesús sobre el perdón que ella también había leído en Mateo 6:14-15 que dice: "Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre de ustedes les perdonará sus ofensas".
Con gran amor y humildad, la abuela Clara decidió intervenir y compartir con su familia las palabras de Jesús. Les recordó que el perdón es un regalo de la gracia de Dios y una parte esencial de vivir en unidad y paz. Les instó a perdonarse mutuamente y buscar la reconciliación. Clara les compartió también Efesios 4:32 el mensaje que dice: "Sean amables y considerados unos con otros, y perdónense como Dios los ha perdonado a través de Cristo".
Pasado algún tiempo y poco a poco se dieron cuenta del error que estaban cometiendo. Reconocieron sus errores, pidieron perdón y se perdonaron unos a otros. Fue un proceso que requirió tiempo, pero la gracia de Dios actuó poderosamente en sus vidas sanando las heridas y restaurando la armonía en el hogar.
El perdón es un acto valiente y liberador. A veces puede resultar difícil perdonar cuando nos han lastimado profundamente, pero recordemos que Dios nos ha perdonado inmensamente a través de la gracia de Jesús. Como hijos de Dios somos llamados a reflejar su amor y gracia perdonando a los demás. El perdón nos libera del peso del resentimiento y abre la puerta a la reconciliación y la restauración.
Te pido que pienses en situaciones de tu vida en las que has experimentado heridas o te has sentido herido por las acciones de otros. Permite que la gracia de Dios fluya en tu corazón capacitándote para perdonar y buscar la reconciliación. Recuerda las palabras de Colosenses 3:13 "Sean mutuamente tolerantes. Si alguno tiene una queja contra otro, perdónense de la misma manera que Cristo los perdonó".
La gracia de Dios nos capacita para perdonar y ser perdonados. Cuando perdonamos, imitamos el amor y la misericordia de nuestro Padre Celestial. No significa que olvidamos por completo las heridas, sino que decidimos liberar el resentimiento y permitir que la gracia de Dios restaure nuestras relaciones.
Hoy te animo a reflexionar sobre cualquier situación en la que necesites perdonar o pedir perdón. Quizá llevas cargando el peso del rencor por mucho tiempo, o quizá te has resistido a ofrecer el perdón a alguien que te ha lastimado. Recuerda que el perdón es un regalo que te libera y te permite vivir en paz y armonía.
Tómate un momento para orar y pedirle a Dios que te ayude a perdonar. Entrégale tus heridas y resentimientos y permite que su gracia fluya en tu corazón. Pide también sabiduría y valentía para buscar la reconciliación y sanar las relaciones dañadas.
Podemos orar juntos si me lo permites: Amado Padre, te agradecemos por tu infinita gracia que nos perdona y nos capacita para perdonar. Reconocemos que hemos sido heridos y hemos herido a otros, pero hoy queremos liberar el resentimiento y buscar la reconciliación. Ayúdanos a perdonar como Tú nos has perdonado y a vivir en paz con aquellos que nos rodean. Te pedimos que restaures nuestras relaciones y nos guíes en el camino de la gracia y el perdón. En el poderoso nombre de Jesús. Amén.
Que este día sea lleno de la gracia y del perdón de Dios. Recuerda que en Él encontramos la fuerza y la sabiduría para perdonar y ser perdonados. Que su amor te abrace y te inspire a vivir en armonía con los demás.
Que tengas un hermoso día.
Acerca de este Plan
La gracia de Dios es un don gratuito e inmerecido que nos llena de esperanza, perdón, sanidad y propósito. A través de historias impactantes y relatos bíblicos, este devocional nos invita a descubrir la gracia de Dios en nuestras vidas y a vivir en ella con gratitud y confianza.
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Nos gustaría agradecer a Claudio F. Renzo (Embajadores de Paz) por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://embajadoresdepaz.info/