Secretos del EdénMuestra

Dios observa todo lo que ha creado y ve que falta algo: el hombre. Teniendo en tan alta estima al hombre, decide hacerlo a imagen y semejanza de la Santísima Trinidad. Por lo tanto, Adán lleva la semejanza y las características del Dios Padre, teniendo dominio sobre todo lo que fue creado y llamándolos por su nombre. Tiene la iluminación de la Palabra de Dios, personificada en Cristo Jesús, y como el Señor sopló en él, está lleno del Espíritu Santo.

El secreto:

La sociedad nos hace concentrarnos casi únicamente en el mantenimiento externo de nuestra existencia, sin embargo la Escritura nos da una comprensión de nuestra compleja composición. Si alguno de nuestros "elementos" se descuida, empezaremos a funcionar mal. La humanidad fue creada no sólo para ser la imagen externa de Dios, sino que sólo podemos prosperar en Su presencia. En un mundo que intenta reducir la importancia de nuestra conexión con Dios, debemos ser deliberados sobre nuestra espiritualidad. Esto significa que estamos constantemente provocando una atmósfera donde el Espíritu de Dios nos capacita para prosperar en Él, a través de la adoración, la oración, la lectura de la Biblia y la comunión significativa con Jesús. Hoy, toma la decisión deliberada de volver a conectar con Dios. No sólo por un día, sino establece un sistema en el que te comprometas regularmente con el Espíritu Santo, y observa cómo cambia tu vida.