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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkHAG">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="HAG.1">
 <div class="label">1</div><div class="s">Exhortaci&#243;n a edificar el templo</div><div class="p"> 1En el a&#241;o segundo del rey Dar&#237;o, en el mes sexto, en el primer d&#237;a del mes, vino palabra de Jehov&#225; por medio del profeta Hageo#Esd. 4.24&#8212;5.2; 6.14. a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Jud&#225;, y a Josu&#233; hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo: 2As&#237; ha hablado Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado a&#250;n el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehov&#225; sea reedificada. 3Entonces vino palabra de Jehov&#225; por medio del profeta Hageo, diciendo: 4&#191;Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa est&#225; desierta? 5Pues as&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. 6Sembr&#225;is mucho, y recog&#233;is poco; com&#233;is, y no os saci&#225;is; beb&#233;is, y no qued&#225;is satisfechos; os vest&#237;s, y no os calent&#225;is; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.</div><div class="p"> 7As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Meditad sobre vuestros caminos. 8Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondr&#233; en ella mi voluntad, y ser&#233; glorificado, ha dicho Jehov&#225;. 9Busc&#225;is mucho, y hall&#225;is poco; y encerr&#225;is en casa, y yo lo disipar&#233; en un soplo. &#191;Por qu&#233;? dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. Por cuanto mi casa est&#225; desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11Y llam&#233; la sequ&#237;a sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.</div><div class="p"> 12Y oy&#243; Zorobabel hijo de Salatiel, y Josu&#233; hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehov&#225; su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le hab&#237;a enviado Jehov&#225; su Dios; y temi&#243; el pueblo delante de Jehov&#225;. 13Entonces Hageo, enviado de Jehov&#225;, habl&#243; por mandato de Jehov&#225; al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehov&#225;. 14Y despert&#243; Jehov&#225; el esp&#237;ritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Jud&#225;, y el esp&#237;ritu de Josu&#233; hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el esp&#237;ritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, su Dios, 15en el d&#237;a veinticuatro del mes sexto, en el segundo a&#241;o del rey Dar&#237;o.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkHAG">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="HAG.2">
 <div class="label">2</div><div class="s">La gloria del nuevo templo</div><div class="p"> 1En el mes s&#233;ptimo, a los veinti&#250;n d&#237;as del mes, vino palabra de Jehov&#225; por medio del profeta Hageo, diciendo: 2Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Jud&#225;, y a Josu&#233; hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: 3&#191;Qui&#233;n ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera,#Esd. 3.12. y c&#243;mo la veis ahora? &#191;No es ella como nada delante de vuestros ojos? 4Pues ahora, Zorobabel, esfu&#233;rzate, dice Jehov&#225;; esfu&#233;rzate tambi&#233;n, Josu&#233; hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad &#225;nimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehov&#225;, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. 5Seg&#250;n el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, as&#237; mi Esp&#237;ritu estar&#225; en medio de vosotros,#Ex. 33.14. no tem&#225;is. 6Porque as&#237; dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: De aqu&#237; a poco yo har&#233; temblar los cielos y la tierra,#He. 12.26. el mar y la tierra seca; 7y har&#233; temblar a todas las naciones, y vendr&#225; el Deseado de todas las naciones; y llenar&#233; de gloria esta casa, ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. 8M&#237;a es la plata, y m&#237;o es el oro, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. 9La gloria postrera de esta casa ser&#225; mayor que la primera, ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos; y dar&#233; paz en este lugar, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos.</div><div class="s">La infidelidad del pueblo es reprendida</div><div class="p"> 10A los veinticuatro d&#237;as del noveno mes, en el segundo a&#241;o de Dar&#237;o, vino palabra de Jehov&#225; por medio del profeta Hageo, diciendo: 11As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: 12Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, &#191;ser&#225; santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. 13Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto#Nm. 19.11-22. tocare alguna cosa de estas, &#191;ser&#225; inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda ser&#225;. 14Y respondi&#243; Hageo y dijo: As&#237; es este pueblo y esta gente delante de m&#237;, dice Jehov&#225;; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aqu&#237; ofrecen es inmundo. 15Ahora, pues, meditad en vuestro coraz&#243;n desde este d&#237;a en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehov&#225;. 16Antes que sucediesen estas cosas, ven&#237;an al mont&#243;n de veinte efas, y hab&#237;a diez; ven&#237;an al lagar para sacar cincuenta c&#225;ntaros, y hab&#237;a veinte. 17Os her&#237; con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a m&#237;, dice Jehov&#225;. 18Meditad, pues, en vuestro coraz&#243;n, desde este d&#237;a en adelante, desde el d&#237;a veinticuatro del noveno mes, desde el d&#237;a que se ech&#243; el cimiento del templo de Jehov&#225;; meditad, pues, en vuestro coraz&#243;n. 19&#191;No est&#225; a&#250;n la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el &#225;rbol de olivo ha florecido todav&#237;a; mas desde este d&#237;a os bendecir&#233;.</div><div class="s">Promesa de Jehov&#225; a Zorobabel</div><div class="p"> 20Vino por segunda vez palabra de Jehov&#225; a Hageo, a los veinticuatro d&#237;as del mismo mes, diciendo: 21Habla a Zorobabel gobernador de Jud&#225;, diciendo: Yo har&#233; temblar los cielos y la tierra; 22y trastornar&#233; el trono de los reinos, y destruir&#233; la fuerza de los reinos de las naciones; trastornar&#233; los carros y los que en ellos suben, y vendr&#225;n abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano. 23En aquel d&#237;a, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, te tomar&#233;, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo m&#237;o, dice Jehov&#225;, y te pondr&#233; como anillo de sellar; porque yo te escog&#237;, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos.</div>
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El Amor de Dios en los Profetas MenoresEjemplo

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