Acepté a Cristo: ¿Y Ahora Qué?Muestra

Carta de Amor de Dios

Una Navidad, tres personas diferentes me regalaron tres libros diferentes. Estos habrían sido regalos perfectamente buenos excepto por un problema. Estaba hundido estudiando en el seminario, investigando la historia de la iglesia, la epistemología, la metafísica y también un enorme libro de texto de teología. Lo último que quería hacer era leer otro libro. Incluso, tener que leer la Palabra de Dios también se convirtió en una tarea.

A algunos de nosotros nos encanta leer, incluso nos llevamos libros de vacaciones. Otros lo odian, y Dios dándonos Su Palabra en un libro de mil páginas puede parecer un truco cruel. Pero hasta las personas que odian leer, leen la tarjeta que acompaña un regalo de cumpleaños o de Navidad. Cuando conocemos bien al autor, casi podemos escuchar su voz hablándonos directamente.

Dios quería asegurarse de que Su Palabra fuera personal y comprensible, por lo que “Su Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros”.

Jesús es el regalo, y la Biblia es la carta de amor de Dios.

Cuando la leemos, empezamos a comprender la profundidad de Su amor por nosotros. Aprendemos cómo es Dios, qué le importa y qué requiere de nosotros.

Si queremos crecer en nuestra fe, debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para leer Su Palabra diariamente. Cuanto más lo conocemos, más aprendemos a apreciar su regalo.

¿Cuánto tiempo puedes comprometerte a leer la Palabra de Dios cada día?

Si tuviera que elegir un versículo para memorizar de la lectura de hoy, ¿cuál sería? Intenta leer ese versículo varias veces al día hasta que te lo sepas de memoria.