Apariencias Subestimadas.Muestra

Apariencias subestimadas.

Generalizamos, eso es lo que hacemos normalmente como humanos.

Si una persona es latina debería bailar muy bien, si es china debería saber artes marciales, si es flaco seguro no come mucho y así pueden seguir los ejemplos.

Esto no es siempre así. Hay latinos que no saben bailar y flacos que comen una exageración. Pero nos dejamos guiar por la apariencia y sacamos nuestras conclusiones.

El aspecto de un guerrero era importante, debía tener una edad necesaria y madura, el rostro cómo de león y con capacidades de guerra. David no tenía nada de esto, dice en el v 42: "Era muchacho, rubio y hermoso". Goliat subestima al que lo iba a matar, por solo ver su apariencia.

Dios esconde planes, reinados, propósitos en “apariencias subestimadas”.

Dios no generaliza como nosotros, al contrario, nos ve individualmente y traza historias que se convertirán en hazañas dentro de nosotros. Dios no ve el lugar donde naciste, tus habilidades o si eres mayor o menor en edad, Él ve tu corazón.

Ese muchacho escondía un reinado, esa honda y esa piedra se convertiría en el arma del último momento.

Cualquier juez de competencias de espadas de guerra le diría “Tu arma es letal”. No era afilada, no era de hierro, no fue hecha por un herrero, porque David entendió que no se trataba del arma, sino de quién iba con él y quién sería el que mataría a Goliat realmente.

“Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos" (v 47).

Puede que las personas no siempre acierten cuando te ven, pero recuerda que escondes algo más grande que tu perfil, tu biografía o tu nombre.

Cuando llegue el momento, tendrás la cabeza de Goliat en tus manos y te darás cuenta de que de Dios viene la victoria y que Él puede utilizar apariencias subestimadas.