Consejos para el hombre jovenMuestra
"Ten un plan para alcanzar la madurez"
No necesito decirte que crezcas. Ya sabes que necesitas resistirte a las demandas cambiantes que nuestra cultura impone para que los niños se conviertan en hombres. Un niño solía convertirse en hombre a los 21 años de edad. Luego fue a los 30. Ahora es a los 40. Sé que quieres ser maduro, pero el deseo por sí solo no te hará madurar. Necesitas un plan. El solo hecho de hacerte mayor no garantiza que madurarás. Sería muy triste ver a un niño de 36 años de edad, y los hay a montones.
Mira a tu alrededor y busca hombres que sean mayores que tú, quizás por diez años o más. ¿A quién te gustaría parecerte? ¿Qué características te gustaría tener cuando tengas su edad? ¿Cómo será seguir a Cristo en esa etapa de la vida? Imagina al hombre más maduro, el que desearías ser, y empieza a dar pasos específicos para convertirte en él.
Haz morir los pecados de tu juventud como lo enseña Romanos 8:13, NTV: “…pero si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa, vivirán”. Es fácil pensar que simplemente abandonaremos ciertas prácticas, actitudes o creencias pecaminosas con la edad. Por la gracia de Dios, eso a veces sucede. Sin embargo, más a menudo sucede que, en la medida en que crecemos, los patrones y hábitos que establecemos en nuestra juventud se arraigan cada vez más en nosotros. Así lo explica Santiago: “De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte” (1:15, NTV).
Por eso, necesitas ser proactivo y dar muerte a estas cosas. No des por sentado que algún día se irán solos. Con el poder de Dios dentro de ti y alrededor de ti, ocúpate en tu salvación.
No necesito decirte que crezcas. Ya sabes que necesitas resistirte a las demandas cambiantes que nuestra cultura impone para que los niños se conviertan en hombres. Un niño solía convertirse en hombre a los 21 años de edad. Luego fue a los 30. Ahora es a los 40. Sé que quieres ser maduro, pero el deseo por sí solo no te hará madurar. Necesitas un plan. El solo hecho de hacerte mayor no garantiza que madurarás. Sería muy triste ver a un niño de 36 años de edad, y los hay a montones.
Mira a tu alrededor y busca hombres que sean mayores que tú, quizás por diez años o más. ¿A quién te gustaría parecerte? ¿Qué características te gustaría tener cuando tengas su edad? ¿Cómo será seguir a Cristo en esa etapa de la vida? Imagina al hombre más maduro, el que desearías ser, y empieza a dar pasos específicos para convertirte en él.
Haz morir los pecados de tu juventud como lo enseña Romanos 8:13, NTV: “…pero si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa, vivirán”. Es fácil pensar que simplemente abandonaremos ciertas prácticas, actitudes o creencias pecaminosas con la edad. Por la gracia de Dios, eso a veces sucede. Sin embargo, más a menudo sucede que, en la medida en que crecemos, los patrones y hábitos que establecemos en nuestra juventud se arraigan cada vez más en nosotros. Así lo explica Santiago: “De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte” (1:15, NTV).
Por eso, necesitas ser proactivo y dar muerte a estas cosas. No des por sentado que algún día se irán solos. Con el poder de Dios dentro de ti y alrededor de ti, ocúpate en tu salvación.
Acerca de este Plan
Muchos hombres jóvenes buscan ser guiados en esta carrera de la vida. Quizás algunos no han tenido un padre que les modele el camino; es posible que otros han tenido un padre ausente que nunca se preocupó por enseñarles lo concerniente a la masculinidad. ¡Nunca es tarde para aprender! En estos siete días recibirás algunos puntos que te ayudarán a enfocarte en las cosas más importantes que debes conocer.
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Nos gustaría agradecer a Constantine Campbell, contribuidor invitado por desiringGod.org en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.desiringGod.org www.elcentronetwork.com