Cristo, Mi AlimentoMuestra

UN ESTÓMAGO QUE DIGIERE

Un estómago que digiere en el Espíritu es aquel que entiende que el INGREDIENTE PERFECTO es Cristo en todo lo que puede consumir bíblicamente.

Un estómago que digiere es aquel que puede estar escuchando acerca de José de los sueños y que aun así no se centra en el personaje sino en la obra de Cristo, en la esencia de Cristo, en la persona de Cristo.

La persona de Jesús no solo está presente en los versículos en donde se habla textualmente de Él, sino el también está en cada punto y coma de la misma Palabra.

¿QUÉ DESARROLLA EL ALIMENTO?

Una vez que empezamos a consumir alimento Espiritual es necesario que nuestro objetivo de desarrollo, el cual se dará a través del mismo alimento, tenga un objetivo. Por ejemplo: Existen deportistas de diferentes índoles, algunos comen para subir masa muscular, otros comen para bajar de peso, algunos para tener contextura media. Pero todo con objetivo.

El hijo de Dios no puede tener otro objetivo que el ser como Cristo, no en un contexto de usurpar su Gloria, sino con el objetivo de cumplir su voluntad.

Como lo dice en los siguientes versículos:

Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu (2 CORINTIOS 3:18).

Sed imitadores de mí, como también yo (lo soy)de Cristo (1 CORINTIOS 11:1).

Antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne (ROMANOS 13:14).

El objetivo de seguir el ejemplo de Cristo puede parecer obvio, pero nos impresionaríamos de reflexionar cuántas veces hemos querido ser como una Débora, un Moisés, un Abraham. Y cuántas veces hemos escuchado, tienes que ser como David y Salomón. Para nada puedo decir que estás personas no fueron utilizadas por Dios, pero no podemos perdernos en las personas y dejar de lado la verdadera belleza, palabra y poder que es Cristo Jesús.