¿Estancado?Ejemplo

¿CARÁCTER O TEMPERAMENTO?

¿Conoces la diferencia entre carácter y temperamento?
El carácter se refiere a las características personales distintivas de una persona, como sus rasgos de personalidad, valores, actitudes y comportamiento. Se habla de aquellos que es adquirido conforme el tiempo, modificable, educable y controlable.
Por otro lado, el temperamento se centra en las tendencias emocionales y reactivas que son parte de la naturaleza innata de esa persona.

Realmente una tienda es una estructura que necesita estar en completa armonía para ser funcional y parte importante, igual que todo lo demás son las cuerdas, que sostienen y mantienen firme al suelo de la tienda.

Nuestro carácter es como esa cuerda en la tienda, pero aquí es necesario mirar lo siguiente:
¿Qué carácter está sosteniendo tu tienda? ¿Tienes un carácter malvado o el carácter de Dios?

• El Carácter del malvado.

La palabra es muy clara y en 2 Timoteo 3:1-5 podemos conocer el carácter de los hombres en los últimos tiempos, y vemos que ya todo esto se está cumpliendo. Actualmente, encontramos personas avaras, soberbios, desobedientes, traidores y muchas cosas más. Pero, soy fiel creyente de que este pasaje en Timoteo es una excelente guía para autoexaminarnos y pensar si tenemos alguna de estas características, porque si es así, estamos sosteniendo nuestra tienda, nuestra vida con una cuerda floja y el final será trágico si no arreglamos el carácter.

• El carácter de Dios.

Ahora, parte esencial de formar un carácter correcto es guardar la Palabra y sobre todo los mandamientos que Dios nos entregó, recordemos que parte importante para formar el carácter son los comportamientos y hábitos aprendidos. Tales como, amar a Dios sobre todas las cosas, amar al prójimo como a sí mismo, gozarme en la presencia, tener paz, paciencia, bondad y todo lo que el Señor por mucho tiempo ha hablado.

Y me gustaría que leas Filipenses 4:8-9, una prueba de que realmente el carácter de Dios se forma en nuestra vida aprendiendo, recibiendo, oyendo y viendo todo lo que Dios ha hecho y dicho.

Como creyente no podemos vivir por nuestro temperamento. En cambio, el carácter de Dios debe ser formado en nosotros. Claramente todo es un proceso, pero de la mano de Dios vas a lograrlo.