[Descubre los tesoros del Salmo 23] La casa del SeñorMuestra

Habitar en su presencia

En el versículo seis del Salmo 23, David dice: «Moraré en la casa del Señor para siempre». Tiene confianza. No duda de dónde establecerá su hogar. «Morar», en hebreo, implica regresar. En la vida de la oveja, un año marca el regreso a casa desde las tierras altas a los corrales, graneros y refugios familiares del rancho principal. Es un regreso a casa después de haber seguido al Pastor a los pastos verdes, las aguas tranquilas y la mesa preparada. La «casa del Señor» puede traducirse de varias maneras. Según algunos eruditos, puede significar el rebaño o la familia de las ovejas; también puede significar la «presencia» del Señor.

Keller escribió: «Es la presencia del dueño de las ovejas la que garantiza que no habrá carencias de ningún tipo; que habrá abundantes pastos verdes; que habrá aguas tranquilas y limpias; que habrá nuevos caminos hacia campos frescos; que habrá veranos seguros en las altas mesetas; que habrá libertad de temores; que habrá antídotos para las moscas, las enfermedades y los parásitos; que habrá tranquilidad y satisfacción».

¿Tienes dudas sobre lo que te depara el futuro? No hay mejor lugar para estar que con el Pastor. En su maravillosa presencia, nada más importa, nada más falta, ya que somos transformados y completos. Es en su presencia donde queremos morar para siempre.

David pasó por guerras y conflictos. Al terminar el Salmo 23, podemos oír en su voz la seguridad de que la bondad y la misericordia le seguirán, no solo durante un momento, sino durante el resto de su vida. También confía en que volverá sano y salvo a la presencia del Gran Pastor, viviendo una vida digna. El deseo de nuestro Gran Pastor es que permanezcamos seguros en su presencia y vivamos una vida de abundancia, seguridad y propósito.

¿Vives realmente la vida? Si es así, ¿cómo? Si no, ¿por qué no? ¿Conoces su presencia en tu vida? ¿Te produce alegría o vergüenza? ¿Qué significa para ti la frase «para siempre»? ¿Lo esperas con impaciencia? ¿Por qué sí o por qué no?

Conoce a nuestro Gran Pastor y encuentra consuelo, paz y seguridad en cada circunstancia. Puedes decir: en el Gran Pastor, estoy completo. En el Gran Pastor, estoy en paz. En el Gran Pastor, soy restaurado y hecho justo. En el Gran Pastor, nunca estoy solo. En el Gran Pastor, soy bendecido en abundancia. En el Gran Pastor, estoy en casa, en su presencia.

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