[Descubre los tesoros del Salmo 23] Aguas de reposoMuestra

Aguas de reposo

Una característica de la poesía hebrea es que el primer verso está relacionado con el segundo; así ocurre en el Salmo 23. La segunda frase del versículo 2 está relacionada con la primera: «Me guiará junto a aguas de reposo».

· Él me guía: De nuevo encontramos la necesidad de que la oveja sea conducida, dirigida y pastoreada por el pastor.

Aunque hay cuatro necesidades que deben satisfacerse para que la oveja descanse, el pastor debe procurar que la oveja tenga algo que beber. Sabe dónde está el agua quieta, tranquila, profunda, limpia y pura que satisface y mantiene fuertes a sus ovejas. Las ovejas no beberán agua en un lugar donde haya algo que las inquiete o las asuste.

· Junto a aguas de reposo: Hay tres fuentes principales de agua: el rocío, los pozos profundos y los arroyos.

El rocío: El rocío se acumula al amanecer sobre la vegetación. En la quietud de la madrugada, las ovejas se levantan y se alimentan de la vegetación húmeda por el rocío. Así sacian su sed. Necesitamos beber profundamente de la Palabra en los momentos en que podemos tener quietud.

Pozos profundos: Se trata de enormes cisternas de agua, muchas excavadas en un acantilado de rocas en zonas oscuras. A menudo, las cisternas no se veían a simple vista. El pastor conducía a las ovejas a zonas oscuras para que bebieran de estas aguas tranquilas. A veces, el Señor nos conduce por lugares oscuros; debemos depender de Él y beber del agua que nos brinda.

Arroyos y ríos: De las altas cumbres de las montañas fluye libremente el agua potable de mayor calidad. El Señor nos muestra que su Espíritu Santo desea conducirnos a las mejores aguas.

En el Antiguo Testamento, Dios inició una relación con una nación llamada Israel. Era una nación de esclavos. Les prometió un nuevo lugar donde habitar y los llevó a la Tierra Prometida, el lugar donde fluyen la leche y la miel. La frase «donde fluyen la leche y la miel» se refiere a un lugar donde la comida es abundante y hay abundancia de bendiciones. Todas las promesas y profecías nos dirigen a Jesucristo. En Él hay plenitud.

Señor, te damos gracias porque Jesucristo ha hecho todo el trabajo para que tengamos paz. Que descansemos y permanezcamos en los verdes pastos que tú tienes para nosotros. Llénanos de la paz que sólo puede venir con tu majestuosa presencia.

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