¡Espera en Dios!Muestra

Mantener la seguridad de la esperanza hasta el final.

Ser cristiano implica estar en guerra contra enemigos espirituales, nuestros propios deseos pecaminosos, las tentaciones, el cansancio, la desesperanza y volver al pasado. Esta lista es descorazonadora y es apenas una selección de las pruebas que los creyentes enfrentan. En medio de todo esto, debemos permanecer “cimentados y firmes en la fe” (Colosenses 1:23, RVC). ¿Cómo podemos hacer esto? Siendo “inamovibles en la esperanza del Evangelio que han recibido” (mismo versículo). Lo central del mensaje del Evangelio debería siempre estar como cosa principal en nuestra mente: Dios ama tanto al mundo que dio a su único y amado Hijo para que cualquier persona que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Este es el fundamento sólido de nuestra fe.

Si perdemos de vista estas verdades, no podremos perseverar hasta el final. Seremos vencidos, distraídos o desanimados. Pero si mantenemos “firme y sin fluctuar la esperanza que profesamos” (Hebreos 10:23, RVC), podremos perseverar en el poder de Dios. No podemos vencer la batalla con nuestro propio poder, pero Su poder se hace perfecto en nuestra debilidad y podemos confiar que Dios hará lo que ha prometido.