Reacciones - Cómo reaccionar ante las circunstanciasMuestra

¿Has considerado alguna vez la diferencia entre ser un cristiano y ser un humano común? ¿Te has preguntado por qué las reacciones de un cristiano deberían ser diferentes a las de cualquier otra persona? En el texto de 2 Corintios 10:3-4, se nos revela una verdad profunda: "Somos humanos, pero no luchamos como lo hacen los humanos. Usamos las armas poderosas de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano y para destruir argumentos falsos".

Es fácil dejarnos llevar por nuestra naturaleza humana y responder a las circunstancias de la misma manera que lo haría cualquier otra persona. Es natural reaccionar con ira, egoísmo o venganza cuando enfrentamos desafíos o injusticias. Sin embargo, como seguidores de Jesús, se nos llama a ser diferentes, a utilizar las armas poderosas de Dios y a dominar nuestras reacciones.

Entonces, ¿cómo podemos aplicar esto a nuestra vida diaria? Hoy, te invito a reflexionar sobre tus reacciones habituales. ¿Te dejas llevar por tus impulsos y luchas como cualquier otro humano? ¿O estás dispuesto a utilizar las armas poderosas de Dios, como la oración, la sabiduría y el amor, para enfrentar las situaciones que se te presenten?

Puede ser tentador responder de la misma manera en que el mundo lo haría, pero como cristianos, tenemos acceso a una fuente de poder y sabiduría superior. Podemos buscar la guía del Espíritu Santo, orar por sabiduría divina y actuar en amor incluso cuando todo dentro de nosotros nos insta a lo contrario.

No se trata de negar nuestra humanidad, sino de reconocer que, como cristianos, hemos recibido una capacidad especial de parte de Dios para dominar nuestras reacciones. Podemos derribar las fortalezas del razonamiento humano que nos impiden actuar en amor y verdad. Podemos destruir los argumentos falsos que nos impulsan a responder de manera egoísta o destructiva.

Que tu vida sea un testimonio vivo de esta verdad. Que tus reacciones hablen más fuerte que tus palabras y demuestren que eres un cristiano, un humano que ha sido capacitado por Dios para dominar sus reacciones. Comprométete hoy a buscar la guía del Espíritu Santo, a utilizar las armas poderosas de Dios y a responder de manera contraria a lo que dicta la naturaleza humana. Porque un cristiano no es un humano normal, un cristiano es un humano al que Dios le ha dado la capacidad de dominar sus reacciones.

Preguntas de reflexión:

• ¿Cómo has estado luchando hasta ahora, utilizando las armas del mundo o las armas poderosas de Dios?
• ¿Qué cambios necesitas hacer en tu forma de reaccionar para reflejar más claramente la influencia del Espíritu Santo en tu vida?