Dios de las estacionesMuestra
Dios del verano y también del invierno
Soy dominicana y puedo decir que nacer y vivir en una isla del Caribe es maravilloso. Es tener la posibilidad de disfrutar del sol, del verdor, de frutas frescas, brisa cálida y las hermosas tonalidades de azul con las que se pinta el mar, todo el año. Por eso, para un caribeño, adaptarse a los cambios de estación que ocurren en muchos países, es muy difícil. Hay quienes piensan, incluyéndome: “Que no son hechos para el frío”.
De hecho, yo siempre dije que no podría vivir en un país frío; pero los planes de Dios son mayores y estos, muchas veces, nos sacan de nuestra zona de confort y de lo que entendemos como lo “mejor”. Y fue así como esta caribeña tuvo que mudarse a un país en donde las estaciones están muy marcadas.
Cuando llegué no fue nada fácil. Al inicio del otoño sentía tanto frío, que en ocasiones dejaba de salir a la calle solo para evitar la brisa helada que hacía que sintiera mis huesos casi congelados. Pero Dios no desaprovechó eso para darme una enseñanza que hoy quiero compartir contigo.
Uno de esos días, me di cuenta de que a través de mi ventana se podía observar el paisaje otoñal que Dios pintaba para mí; pero yo no lo veía. Yo solo alcanzaba a pensar en el frío, sin detenerme a disfrutar del encanto de esa temporada. Entonces el Señor ministró mi vida diciéndome que Él creó las estaciones y que Él no es Dios de una sola estación. Él no solo está en los veranos de tu vida, también está en tus inviernos. Él hace que el sol caliente en el verano para que coseches lo que sembraste en la primavera, y permite que sople el viento en otoño para preparar los árboles para el invierno. Él las formó y tiene cuidado de cada detalle y cada criatura mientras pasa cada temporada.
Cada estación es importante porque prepara la tierra para la siguiente, es una cadena con cuatro eslabones donde cada uno depende del siguiente. De la misma forma, tenemos estaciones en nuestras vidas y Él está en ellas. Cada una tiene su encanto, cada una tiene su aprendizaje. Así como se puede salir y estar expuesto en el verano; en el invierno es tiempo para resguardarse y abrigarse.
Dios es el sol de tus veranos; la brisa fresca y el color en tus primaveras; el viento que hace caer tus hojas secas en otoño, y el abrigo en tus inviernos. En cada estación, el abrigo del Altísimo está sobre ti.
No importa en cuál estación estés viviendo ahora, pero ten la seguridad y la confianza de saber que el Dios Eterno, Todopoderoso, está contigo, y tiene cuidado de aquellos a quienes ama. Y así como Él determinó un tiempo para cada estación en la Tierra, así ha determinado un tiempo para el término e inicio de cada estación de tu vida.
Vive, disfruta y agradece tus estaciones, que Él va de la mano contigo.
Escrituras
Acerca de este Plan
Así como la tierra tiene temporadas, nuestra vida también, y en cada una de ellas está presente el Dios de las estaciones. Aprende a vivir tus estaciones de la mano de Aquel que las creó, a través de este devocional de 5 días.
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Nos gustaría agradecer a Loida Rosario por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/loidarosariooficial/