Un buen resultado

A nadie le agrada atravesar por pruebas o dificultades. Si pudiéramos elegir, seguramente dejaríamos de lado este tipo de situaciones.

Sin embargo y contrariamente a lo que pensamos, los tiempos de pruebas son necesarios porque nos dejan valiosas enseñanzas las cuales nos ayudan a madurar. También los tiempos difíciles nos sirven para reconocer las bendiciones de Dios, tanto presentes como pasadas, las cuales muchas veces podemos perder de vista, ante una difícil realidad.

«Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella» (Hebreos 12:11 NTV).

Como dice el versículo, habrá fruto para quienes aceptan este proceso que lleva hacia la mejora.

No te desalientes cuando vengan las dificultades, piensa en que aprenderás valiosas lecciones que te acercarán aun más a Dios.