Ladrón de todoMuestra

Hay algo muy especial y poderoso en lo que se siente al pertenecer de verdad. A dónde perteneces y con quién perteneces varía de persona a persona, pero cuando sucede puede ayudarte a sentirte seguro, amado, apreciado y aceptado. Así es exactamente como Dios quiere que nos sintamos en nuestra relación con Él. Dios nos ve como hijos amados que encajan perfectamente en Su familia y por eso, no tenemos que preguntarnos cómo podríamos compararnos con otros o si somos lo suficientemente buenos porque ¡somos buenos y amados!

Hoy, pasa algún tiempo en oración agradeciendo a Dios por el amor incondicional que Dios te da y que te hace parte de la familia.