Fuerte Como Una MadreMuestra

Hola:

Constantemente me asombra la fuerza que tienen las madres. Te veo en cada área de la vida haciendo cosas, cargando a otros y ocupada en mil cosas. La fuerza emocional, espiritual y el amor que tienes como persona, me inspiran a ser una mejor mamá para mis tres hijos (los cuales por cierto, parecen nunca cansarse). Este devocional es mi pequeña forma de enviarte un poco de inspiración.

Mi deseo es que cada día encuentres tus fuerzas renovadas. Que cada día encuentres momentos para sentarte con Jesús y dejar que Él te hable directamente. Momentos para saber que aun cuando nadie más vea todo lo que haces, eres vista por Tu Padre.

Si no estás segura, quiero que sepas que yo creo que eres fuerte como una madre. Justo aquí, desde el principio, debemos aclarar algo: cuando hablamos de fuerza, no se trata de qué tanto puedes esforzarte, cuánto peso levantas en el gimnasio o incluso qué tan "bien" te ves. La fuerza que estamos buscando es una que viene directamente del Trono Celestial.

En este capítulo, Pablo se lamenta por una debilidad o un problema que es constante en su vida; él lo llama una “espina en la carne” (v.7). En un movimiento completamente contracultural, dice que en lugar de ocultar la debilidad debemos “jactarnos” de ella y, por lo tanto, invitar al poder de Cristo a nuestras vidas. Bueno, Pablo, quizás te parezca una buena idea, pero hoy en el siglo XXI, no lo hacemos así. Presumimos de las cosas en las que nos sentimos seguros y tratamos de ignorar u ocultar todo lo que no concuerde con nuestro estilo de vida de fotografía. El punto es este: Dios quiere reemplazar tu debilidad con Su fortaleza. La bondad de Su gracia se ve mejor en lo frágil de nuestra humanidad. Quiero invitarte hoy, aquí mismo, al inicio de este viaje juntas, a que entregues esos puntos en los que te sientes débil y permitas que la gracia de tu Padre Celestial los llene de poder. Te invito a que hagas esta oración conmigo

Padre Celestial, quiero que Tu poder se perfeccione en mi vida. Hoy me siento débil en __________. Te lo entrego y acepto Tu fuerza en lugar de esa debilidad. Ayúdame a no vanagloriarme en mí misma sino a darte la gloria a Ti. En el nombre de Jesús, amén