La Belleza de Saber Vivir - Segundo paso el ENFOQUEMuestra

Una de las razones importantes de ser una persona enfocada en el propósito de vida que Dios nos otorgó, es que estaremos muy conscientes en poder reconocer las fortalezas que Dios nos ha regalado. Las fortalezas son todas aquellas capacidades individuales que traemos a este mundo, las cuales podremos utilizar con un alto grado de eficiencia si nos esmeramos en enfocarnos, recuerda siempre son las herramientas necesarias para nuestro desempeño diario.

Por lo tanto, cuando nos enfocamos en nuestras fortalezas producimos una ejecución de acciones sostenidas con perseverancia y por lo general obtenemos resultados exitosos. Sin embargo cuando los resultados inmediatos no son los que deseamos, podemos nuevamente utilizar la estratégica fórmula:

Propósito de Vida + Enfoque + Fortalezas = Visión clara en la Misión de Vida.

Esto es sumamente necesario para seguir intentando, con una mente positiva, logrando definir así nuevas estrategias, para continuar corriendo con renovadas fuerzas hacia la meta.

“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesus” (Filipenses 3:14).

En diferentes investigaciones realizadas alrededor del mundo, podemos evidenciar que el ser humano por lo general trata de invertir todo su potencial en mejorar sus deficiencias y por el contrario, no invierte el tiempo necesario en desarrollar sus fortalezas. Estamos todos de acuerdo que es importante fortalecer lo que está débil y aprender siempre a mejorar lo que se puede corregir. El asunto en el que deseo reflexionar hoy, es que muchas veces nos desviamos al no ponerle atención a las fortalezas naturales que Dios nos regala, están dentro de cada uno de nosotros y pueden ser utilizadas de manera sabia y coordinada.

Diversos estudios indican que las personas que se enfocan en sus fortalezas tienen diariamente seis veces mayor probabilidad de conseguir un trabajo adecuado para utilizar su potencial. Segundo tienen tres veces mayor probabilidad de comprobar que disfrutan en general de una mejor calidad de vida.

Hoy quiero dejarte con la claridad de que cada individuo sin excepción tiene fortalezas. Es vital concentrarnos en identificarlas en el carácter, en las emociones, en el espíritu y en los talentos personales; lo increíble de esto es que muchas de estas fortalezas son proyectadas desde la niñez a través de las capacidades innatas y de la actuación de cada individuo.

Es importante también resaltar que el concepto de fortaleza como tal, ha estado envuelto en todas las circunstancias que el ser humano ha tenido que enfrentar desde el comienzo de la humanidad. La fortaleza en la doctrina cristiana es una virtud que consiste en vencer al temor, asegurando la firmeza en las dificultades y en la constancia de conseguir y hacer el bien. Ten muy presente que cuando realmente confiamos en Dios y reconocemos las cualidades y fortalezas que nos otorgó, entonces Él se encargará de seguir fortaleciendo nuestro Espíritu, carácter y determinación para así poder enfrentar las circunstancias que se presenten en nuestra existencia.

“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaias 41:10).