Más espeso que el aguaMuestra

¿Alguna vez te ha parecido que la familia de otra persona es mejor que la tuya? Viven en una casa más grande, no discuten tanto, piden comida en todos tus sitios favoritos, se van de vacaciones a mejores lugares, tienen mejores teléfonos y más consolas de videojuegos. Nada puede hacernos sentir más carentes que mirar a nuestro alrededor y ver lo que otros tienen. Por eso este salmo, escrito por David, es tan útil. Con Dios como nuestro pastor, con Dios cuidando de nosotros, nada nos falta. Claro, puede que no siempre tengamos lo que queremos o tanto como otras familias, pero este versículo nos recuerda que tenemos a Dios. Y Dios cuidará de nosotros.

Hoy, tómate un minuto para pensar en las fortalezas de tu familia y en aquello por lo que podrías estar agradecido. Tal vez se trate de una tradición o de la forma en que tu familia te apoya incluso cuando atraviesas una situación difícil. Hoy, habla con alguien de tu familia para decirle por qué estás agradecido de que forme parte de la familia que Dios te ha dado.