¿Miedos? Espera en DiosMuestra

Creo que una versión de este verso lo recitaba cuando era pequeña, mi mamá me lo enseñó así:
"Con Dios me acuesto, con Dios me levanto; por la Gracia de Dios y del Espíritu Santo".

Mi mamá nunca me dijo que fuera un versículo; pero me enseñó a depositar mis temores nocturnos a Dios.

De niña, mis miedos eran las sombras o monstruos de debajo de la cama o el closet; de adulta, hay otros miedos y ansiedades.
Ser seguidores de Jesús, no nos hace exentos de temores y preocupaciones. Los primeros discípulos, debieron haber enfrentado los más intensos, aún caminando cerquita del Salvador.
El enemigo usará nuestras propias necesidades que deben estar cubiertas según nuestro "sano juicio", y nos traerá invitación a quitar la mirada de quién tiene el total control.
Jesús, siendo Hijo de Dios, siendo hombre, fue tentado en sus 40 días en el desierto... ¿No seremos nosotros tentados a perder la paz?

Soy adulta, y cuando no puedo dormir porque ideas vagas de mortificación me invaden, aún repito el verso del Salmo 4 (Ya de la manera correcta)...

No son palabras mágicas, y no es la literatura la que me da la paz, es repetirle a mi corazón y mi mente, que Dios es quien asegura mi dormir y despertar, y sea lo que sea que me preocupa, no quitará de mí el cuidado y la seguridad que Dios me da.

Espero que hayas tenido una buena noche de descanso y si no fue así, entrega tu día al Señor y al acostarte hoy, recuerda que Jesús ya pagó a precio de sangre para que tú y yo tuviéramos Paz (Isaías 53:5).