UNCOMMEN: Reclamando tu identidad como hombreMuestra
Una identidad formada
John Eldredge, autor de Wild at Heart dijo una vez: "La identidad no es algo que cae sobre nosotros desde el cielo. Para bien o para mal, la identidad se otorga." Somos quienes somos en relación a los demás."
Piensa en las personas que tuvieron mayor impacto en tu vida. Ya sea positivo o negativo. ¿Qué te dijeron? ¿Qué dijeron de ti? ¿Cómo trataban a los que los rodeaban? En el fondo, el corazón de cada hombre debe ser impactado por otros y tener un impacto en el mundo que lo rodea. Deseamos saber que hacemos una diferencia en esta vida. Un hombre que piensa que su vida no vale mucho, apenas está vivo. Saber que importamos, que nuestra presencia no puede ser suplantada por una posesión o incluso otra persona. Mantener constantemente el falso yo es una carga terrible.
Creemos que tenemos que seguir haciendo algo para ser deseados. Mira los comerciales de televisión dirigidos a los hombres. Haz esto para conseguir aquello. Usa esta rasuradora para atraer a una mujer hermosa. Conduce este camión para que te acepten. Una vez que encontramos eso que nos traerá algo de atención, tenemos que seguir haciéndolo o arriesgarnos a perder la atención. Para muchos hombres, esa identidad falsa se encuentra en el trabajo diario. Así que trabajamos duro para conseguir esa falsa identidad afirmada por una empresa o entidad que nos descartará cuando ya no seamos "valiosos" para sus ganancias. No es de extrañar que la depresión y la pérdida de identidad sean una gran preocupación cada vez que un hombre pierde su trabajo.
Vivimos con miedo de no ser elegidos para el equipo, o el trabajo, y la carga de mantener lo que sea que se trate de nosotros. Formamos una autoimagen funcional, aunque sea negativa.
El otro día mi hijo estaba muy orgulloso de mostrarme cómo había decorado mi SUV con tiza. Recuerdo que le dije: "¿Qué crees que estás haciendo? ¡Has hecho un desastre!" Mi hijo se avergonzó y casi lo hice llorar. Al instante reconocí mi error y traté de decirle que me encantaba su obra de arte, pero que la próxima vez usara un pedazo de papel. Pero tal vez el daño ya estaba hecho: el niño forma una identidad: "Mi arte es malo. Mi impacto es terrible. Daño cosas buenas. Soy un asqueroso". Y se compromete consigo mismo para temer de no ensuciarlo de nuevo. Años más tarde, su esposa se pregunta por qué tiene miedo de tener más intimidad; sus colegas se preguntan por qué rechazó un gran trabajo. La respuesta está en su identidad, una identidad que recibió del impacto que tuvo en la persona más importante de su mundo y su miedo a volver a estar en ese lugar. Como padre joven, estoy aprendiendo que las palabras que hablamos sobre nuestros hijos pesan mucho.
Pero la buena noticia es que las palabras que Cristo habla sobre nosotros pesan mucho más si dejamos que penetren nuestros corazones. Dios creó a los seres humanos para tener características y propósitos únicos. Sin embargo, Él también nos diseñó para ser felices con nuestras vidas a través de Su voluntad. Hallamos nuestra verdadera identidad cuanto más nos acercamos Él.
Escrituras
Acerca de este Plan
Queremos que los hombres ganen. Cuando los hombres ganan, las esposas, los hijos y la sociedad ganan. Cuando los hombres ganan, no necesitamos construir refugios para familias abandonadas, ni brindar ayuda psicológica y emocional a los hijos sin padre, ni cuidar de tantas madres abusadas y abandonadas. Si vamos a solucionar los problemas sociales, necesitaremos enfoques no convencionales. Necesitaremos hombres que comprendan su verdadera identidad en Cristo.
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