Encontrando a Dios en el desempleoMuestra

El amor de Dios nunca falla

Algunos de los desafíos del desempleo, tales como la ausencia de ingresos y la desaceleración del progreso profesional, son evidentes. Sin embargo, el desempleo puede pasar factura de otras formas. Estar sin empleo puede remover nuestro sentido de propósito e identidad. Dependiendo de las razones por las cuales estamos desempleados, podemos luchar con sentimientos de vergüenza y desesperanza. El miedo a la falta de alimentos o de otras provisiones puede generar una ansiedad implacable. Todas estas cosas pueden herirnos. Pero ellas no pueden triunfar sobre nosotros.

Podemos estar muy familiarizados con los versículos de Romanos 8 sobre el amor infalible de Dios, ¿pero hemos pensado en aplicarlos a nuestra situación de desempleo?

La fidelidad de Cristo, y la nuestra, por la gracia de Dios, superan lo peor que la vida nos puede hacer. Si el progreso en nuestra carrera, los ingresos o el prestigio son nuestros más grandes objetivos, podríamos terminar decepcionados; y esa misma decepción puede ser sentida más extremadamente cuando no somos capaces de encontrar trabajo. Pero si la salvación (la reconciliación entre Dios y las personas) es nuestra principal esperanza, entonces la encontraremos en medio del bien y del mal, tanto con trabajo como sin trabajo. Cristo murió y resucitó y está a la mano derecha de Dios intercediendo por nosotros. Aun nuestros momentos más oscuros no pueden separarnos del amor de Dios. Podemos descansar en ese conocimiento.

Oración:

Señor, a veces siento como que las cosas presentes y las cosas por venir me están separando de Tu amor. Ayúdame a recordar que ese no es el caso. Más bien, tu amor siempre me envuelve. Ayúdame a notar las formas en que provees para mí, y ayúdame a buscar formas aun ahora para avanzar en tus propósitos en el mundo. Amén.

Investigación adicional

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