Regalándolo todo…y recuperándolo de nuevoMuestra

El legado invisible

Los legados que nuestra generación espera pasar a la siguiente no solo consisten en el dinero. El dinero es importante, y debemos estar agradecidos de tener suficiente para dar a nuestros hijos. Pero la mayor parte de nuestros legados están hechos de cosas invisibles. Son las historias familiares que tenemos que contar. Es el valor de esas historias que tenemos que enseñar. Son los sueños, labores y tiempos de provisión de Dios los que dan algo de valor, no solo la riqueza material, sino los valores que son más grandes que el dinero.

Las cualidades, no el dinero, hacen que la vida valga la pena vivirla. Es por estas cualidades, que podemos construir un legado que valga la pena traspasar. Las características que mi familia me transmitió son invaluables. Me hicieron el hombre que soy hoy. Características tales como la perseverancia, lealtad, y gracia son solo unos ejemplos de este legado invisible.

La riqueza puede ser la acumulación de dinero, pero la riqueza también toma forma en los recursos, ideas, conocimiento, y sabiduría, entre otros. Cuando tú y yo aprendemos a identificar el legado y la riqueza más que el dinero, nuestro mundo se abre. Encontramos que tenemos mucho más que manejar y cuidar.

Si sólo pasamos dinero a la próxima generación, dejaremos una carga aplastante encima de ellos. Una herencia de mayor valor es la suma de cómo vivimos, lo qué creemos y el contenido de nuestros sueños que nos llevan al éxito. Esto es lo que más necesita la próxima generación de nosotros, y lo que la próxima generación debe prepararse para entregar también.

Aplicación: ¿Cómo una generación puede comunicar sus ideas y valores a las generaciones subsecuentes?