Proyecto Biblia | El Reino al revés / Parte 1 - LucasMuestra

En la siguiente sección del Evangelio de Lucas, Jesús le devuelve la vista al ciego mientras continúa enseñando lo que significa vivir en el Reino al revés de Dios. Pero antes de que alguien pueda empezar a vivir en el Reino por medio de la oración y la generosidad con los pobres, primero debe entrar en él. Y nadie puede entrar en el Reino de Dios a menos que primero tenga la humildad de depender por completo de Dios. Algunos confían en sí mismos y no entienden esta situación, por eso él relató esta parábola que va así.

Dos hombres subieron un día al templo a rezar. Uno era un fariseo, conocido por su conocimiento en las Escrituras y su liderazgo en el templo, mientras que el otro era un recaudador de impuestos, despreciado como un vendido que trabajaba con la corrupta ocupación romana. El fariseo rezaba para sí mismo por todas las formas en las que era más bendito que los demás. Le agradecía a Dios por esto. Pero el otro hombre, el recaudador de impuestos, ni siquiera podía mirar hacia arriba mientras rezaba. Se golpeaba el pecho con pena y decía: "¡Dios, ten misericordia de mí, que soy un pecador!". Jesús termina su historia diciendo que el recaudador de impuestos fue el único que regresó a casa ese día justificado ante Dios. Él explicó cómo funciona esta asombrosa reversión de estatus en su Reino: "Porque el que se enaltece a sí mismo será humillado, y el que se humilla será enaltecido".

Lucas enfatizó el tema de la humildad mediante las palabras de Jesús con otra escena de la vida de Jesús. Lucas explicó que, en ocasiones, las madres y los padres llevaban a sus bebés hasta Jesús para que los bendijera. Los discípulos consideraban que estas interrupciones eran inapropiadas. Ellos reprendían a las familias e intentaban echarlos. Pero Jesús defendió a los niños y dijo: "Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos". Concluye con una advertencia y una invitación: "El que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él".

Lee, reflexiona y responde:

•Haz un repaso de la historia de Jesús en Lucas 18:10-14. ¿Qué observas? ¿Cómo puedes sentirte identificado con el fariseo y el recaudador de impuestos? ¿Cuáles son los peligros del orgullo y la comparación? Al igual que el fariseo, nosotros también podemos tratar de justificarnos ante Dios en base a nuestras obras, pero ¿qué significa dejar que Dios justifique nuestras vidas con su propia obra misericordiosa?

•Analiza la naturaleza dependiente de los niños. ¿Cómo describirías lo que significa llegar a ser como un niño? Compara la idea de la dependencia infantil con la descripción de Lucas sobre los corazones orgullosos que escucharon la historia de Jesús (ver Lucas 18:9). ¿Qué notas?

• Convierte tu lectura y reflexión en una oración. Agradécele a Dios por su misericordia radical, elige confiar solo en él y pídele ojos para ver a los demás con la misma misericordia que él te da.