El Fruto Del Espíritu SantoEjemplo

Templanza

En nuestra sociedad actual, donde la gratificación instantánea y el exceso parecen ser la norma, la templanza puede parecer una virtud olvidada. Pero para los cristianos, la templanza es una virtud vital, ya que nos permite vivir de manera equilibrada y sabia.

La templanza trata de controlar nuestros impulsos y deseos, y no permitir que nos controlen. Es la capacidad de decir "no" a las cosas que sabemos que no son buenas para nosotros, y de encontrar un equilibrio saludable en todas las áreas de nuestra vida. Es la disciplina de poner a Dios y a los demás por encima de nuestros propios deseos y necesidades, y de buscar su voluntad en todo lo que hacemos.

Como dijo el Apóstol Pablo: "Más bien golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado" (1 Corintios 9:27). La templanza no es fácil, pero es necesaria si queremos vivir una vida plena y abundante en Cristo. Nos permite disfrutar de las cosas buenas de la vida sin caer en la esclavitud del exceso y del pecado.

Por tanto, si deseas cultivar la templanza en tu vida, comienza por buscar la sabiduría de Dios. Pide su ayuda para controlar tus impulsos y deseos, y para encontrar un equilibrio saludable en todas las áreas de tu vida. Practica la disciplina y el autocontrol, y busca el bienestar de los demás por encima de tus propios deseos y necesidades. Y recuerda que la templanza no es una privación, sino una libertad que nos permite vivir una vida equilibrada y sabia en Cristo.