Nuestro Pan Diario Pascua: Gracia SublimeMuestra
Un cuadro de la humildad. Durante la época de Semana Santa, mi esposa y yo asistimos a una reunión en una iglesia donde los participantes procuraban representar los sucesos que Jesús y sus discípulos experimentaron la noche antes de que Él fuera crucificado. Como parte de la reunión, los miembros del personal de la iglesia les lavaron los pies a algunos de los cola- boradores voluntarios de la congrega- ción.
Mientras miraba, me preguntaba qué expresa más humildad en nuestra época: ¿lavar los pies de otra persona o que alguien lave los nuestros? Tanto unos como otros, los que estaban sirviendo y los servidos, mostraban distintos aspectos de la humildad. Cuando Jesús y sus discípulos se reunieron para la última cena (JUAN 13:1-20), el Señor, en un servicio humilde, les lavó los pies a sus seguidores.
Pero Simón Pedro se resistió, diciendo: «No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo» (13:8). Lavar los pies no era un simple ritual. También puede verse como un cuadro de nuestra necesidad de ser limpiados por Cristo; una limpieza que nunca se llevará a cabo si no estamos dispuestos a ser humildes delante del Salvador. Santiago escribió: «Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes» (SANTIAGO 4:6). Recibimos la gracia de Dios cuando reconocemos su grandeza, ya que Él se humilló a sí mismo en la cruz (FILIPENSES 2:5-11). -BILL CROWDER La posición más poderosa en la Tierra es arrodillarse ante su Creador.
Mientras miraba, me preguntaba qué expresa más humildad en nuestra época: ¿lavar los pies de otra persona o que alguien lave los nuestros? Tanto unos como otros, los que estaban sirviendo y los servidos, mostraban distintos aspectos de la humildad. Cuando Jesús y sus discípulos se reunieron para la última cena (JUAN 13:1-20), el Señor, en un servicio humilde, les lavó los pies a sus seguidores.
Pero Simón Pedro se resistió, diciendo: «No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo» (13:8). Lavar los pies no era un simple ritual. También puede verse como un cuadro de nuestra necesidad de ser limpiados por Cristo; una limpieza que nunca se llevará a cabo si no estamos dispuestos a ser humildes delante del Salvador. Santiago escribió: «Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes» (SANTIAGO 4:6). Recibimos la gracia de Dios cuando reconocemos su grandeza, ya que Él se humilló a sí mismo en la cruz (FILIPENSES 2:5-11). -BILL CROWDER La posición más poderosa en la Tierra es arrodillarse ante su Creador.
Escrituras
Acerca de este Plan
Descubre más sobre la sublime gracia de Dios al leer estas 10 reflexiones de Pascua de Nuestro Pan Diario.
More
Nos gustaría dar las gracias a Nuestro Pan Diario Ministerios por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://nuestropandiario.org/