Una mujer como túMuestra
Débora: Una vida ocupada sin perder el equilibrio
Dios utilizó a Débora de formas extraordinarias. Era una mujer hábil y muy inteligente. Se desempeñó como profetisa, guerrera, mediadora, líder militar, consejera y compositora. Fue la única jueza que pastoreó al pueblo de Dios y guío a Israel a la batalla contra sus enemigos en una atmósfera profética y llena de fe. No en balde la llamaron «madre en Israel». Su liderazgo, sabiduría y empuje son de veras admirables y representa un ejemplo para nosotras para asumir el llamado de Dios con valentía.
Como jueza, Débora administraba justicia, entre Ramá y Bet-el, y ayudaba a la gente con sus diferencias y problemas. Estaba llena del conocimiento de Dios y la guiaba Su Espíritu. Procuremos dirigirnos hacia la obediencia y la excelencia. En el espejo de Débora nos podemos mirar, pues hacía bien su trabajo a pesar de los distintos papeles que ejercía. Es más, su vida es la descripción viviente de lo que es ser una mujer virtuosa.
El Señor nos da la fortaleza para llevar a cabo distintas tareas con amor y sin perder el equilibrio. Me he dado cuenta de que para lograr esto hay una serie de elementos que son importantes y que no debemos pasar por alto y son los siguientes:
- La dependencia de Dios.
- Una vida devocional activa.
- Hacer una división asertiva de nuestro tiempo.
- Utilizar una agenda.
- No exigirnos a nosotras mismas cargas que no podemos llevar.
- Hacerlo todo con una actitud de agradecimiento.
- Descansar y hacer actividades recreativas.
- Disfrutar a plenitud cada papel que llevamos a cabo.
- Recordar y vivir el hecho de que somos seres humanos y no máquinas.
- Alejarnos de la idea de que tenemos que ser perfectas.
El Señor siempre se encargará de honrar Su Palabra y nunca quedarás en vergüenza cuando lo haces todo por obediencia, con amor, examinando tu corazón y por temor a Él. Aun lo que oras en secreto, Dios lo manifestará en honra pública. No hay duda que la jueza Débora lo vivió, pues según la Biblia, en su tierra hubo paz durante los cuarenta años siguientes después de haber ganado la batalla contra sus adversarios.
Amado Señor:
Mi corazón se deleita en seguir tu voz. Dame siempre la fortaleza necesaria para obedecerte. Abre todos mis sentidos espirituales para caminar por la ruta que me lleva al cumplimiento de tu perfecta voluntad. Quiero vivir a plenitud todo lo que has preparado para mí. Ayúdame a poner tu Palabra en acción para ser de bendición a los que me rodean. Sé que todas las cosas son posibles a través de ti, y te doy las gracias por manifestar tu poder a través de mí. Todo cuanto hago es para que tu nombre sea altamente glorificado.
En el nombre poderoso de Jesús, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
En «Una mujer como tú» conocerás a tres mujeres de la Biblia que al igual que nosotras, enfrentaron desafíos, experiencias difíciles y emociones intensas. A través de estas reflexiones podrás enamorarte del Señor y recibir el aliento para alcanzar los maravillosos propósitos que Él tiene para ti. Además, te identificarás con cada una de estas mujeres mucho más de lo que imaginas, pues no son diferentes a ti.
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Nos gustaría agradecer a Editorial Unilit |Spanish House Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.editorialunilit.com/una-mujer-como-tu