No Has Sido Creada Para Estar SolaEjemplo

Sirviéndonos Unos a Otros

Lee: 1 Pedro 4:7–11

EOAO: 1 Pedro 4:8–10

Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor cubrirá multitud de pecados. Practicad con amor la hospitalidad los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, ponedlo al servicio de los demás entre vosotros mismos, como buenos administradores de la variada gracia de Dios.

En el Texto

Pedro escribió esta carta para animar a los cristianos, para recordarnos que somos escogidos por Dios para seguirlo y demostrar Su amor a un mundo perdido y roto. Hacemos esto cada que nos mantenemos vigilantes en oración, amándonos unos a otros, y mostrando hospitalidad sin queja.

Tú estás diseñada para vivir en comunidad con tu iglesia local, y tu iglesia te necesita. Necesita que demos con generosidad de los dones que el Señor nos ha dado, sin retener nada. Que usemos estos dones para servicio de los demás, honrando al Señor al usar nuestras fuerzas en donde otros sean débiles. Nuestras palabras deben ser las palabras de Dios. Nuestro servicio debe provenir de las fuerzas del Señor, no de las nuestras, para que Él se lleve toda la gloria.

Cuando miras a tu iglesia local, ¿identificas las formas en que puedes usar tus dones? Podría parecernos que ya hay suficientes personas sirviendo, pero lo cierto es que siempre hay lugar para uno más. Dios te ha diseñado para servir y amar a otros de un modo específico. Cuando compartes tu deseo de honrar a Dios a través de tu servicio, podrías sorprenderte de todas las oportunidades que no sabías que estaban allí.

¿Dónde estás siendo llamada a servir de un modo que sientes que no podrías hacerlo en tus propias fuerzas? ¿Dónde necesitas la fuerza que sólo Dios puede proveer, de modo que puedas darle toda la honra a Él y a la iglesia con tu servicio? ¿Cómo puedes darle la gloria a Dios y animar a tu comunidad a unirse contigo? Has sido elegida por Dios para servir a las personas que están en tu vida, para animar a tu comunidad bíblica, para empujar a los demás a crecer a la manera de Cristo cada día. Comparte con alguien en dónde te sientes llamada a servir y pide ayuda para que puedas encontrar una manera para que esto suceda. Pero por encima de todo, pídele a Dios guía y fuerza para que entonces puedas hacer eso a lo que te ha llamado y que te está preparando para lograr. (Efesios 2:10).