No tiene sentidoMuestra

Cuando el tiempo de Dios no tiene sentido

En Juan 2:4, María le pidió a Jesús que ayudara a una pareja de recién casados en Caná que se quedó sin vino. Jesús respondió: "Mi hora aún no ha llegado". Sonaba como si no tuviera ningún plan y ningún interés en hacer algo para ayudar. Pero entonces Jesús cambió el agua en vino.

A veces parece que Dios no tiene ningún plan o ningún interés en hacer algo para ayudarte a ti o a mí. ¿Dónde está Dios aparentemente retrasado en respuesta a sus oraciones?

Dios no se ha olvidado de ti. ¿Has leído acerca de los diez leprosos del capítulo 17 de Lucas? Cuando dejaron a Jesús, no fueron sanados. La curación ocurrió más tarde. En Marcos capítulo 8, Jesús sanó a un hombre ciego de nacimiento. La curación ocurrió en etapas. Primero el hombre vio figuras sombrías. Más tarde fue sanado por completo. Dios te da lo que necesitas cuando el momento es el mejor.

En el fondo, ¿qué necesitas?, es lo que la pareja de Caná necesitaba. Es lo mismo que necesitaban los diez leprosos y el ciego. No era vino ni curación; era algo más valioso.

¿Qué necesitas? Es algo que ya tienes. Necesitas un Salvador. ¡Y eso es lo que tienes en Jesús! Cuando Jesús le dijo a María: "Mi hora aún no ha llegado". Se refería a Su muerte, a Su sacrificio que satisface tu mayor necesidad: el perdón.

Jesús siempre tiene en mente tus mejores intereses. A veces actúa al instante. Otras veces usa los dolores de este mundo quebrantado para atraerte hacia Él. De cualquier manera, eres apoyado, eres amado, eres suyo.