DesenfráscateMuestra

Debemos de poner nuestros ojos en Jesús (autor y consumador de nuestra fe), no en las circunstancias.

Pensar en lo que estamos viviendo es lo que nos enfrasca, poner nuestros ojos en Jesús es pensar, hablar sus promesas que son las que nos llevan a vivir en libertad y nos encaminan a la tierra de promesa. Nuestros pensamientos y emociones nos enfrascan, lo mejor que podemos hacer es tomar autoridad sobre ellos cómo el Salmista, y ordenar a nuestra alma (qué son los sentimientos, pensamientos, emociones y voluntad) que alabe a Dios.

Aun cuando hemos caído en un hoyo, no sólo nos rescata, sino que nos corona con favores y misericordias, nos rejuvenece, y hace justicia. ¡Wow, esto es algo tremendo!, pues Dios se glorificará en nuestra debilidad.