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La delicidad… ¿Dónde está?

Es una pregunta que a menudo aparece en los medios o en programas de televisión. ¿Existe la felicidad? Si es así, entonces… ¿Dónde está?

La Biblia nos habla acerca de la felicidad en al menos dos pasajes: Salmo 1:1 y Mateo 5:1-12. Vamos a sumergirnos en estas escrituras.

“Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos” (Salmo 1:1).

Este Salmo comienza con la palabra “dichoso”, la cual es también la palabra que Jesús usó en su primer sermón: “El Sermón del Monte”(Mateo 5:1-12). ¿Sabía usted que ambos términos, tanto la palabra hebrea esher y la palabra griega makarios significan “feliz”?

Está en el centro de la voluntad de Dios que usted sea feliz. Todo lo que Él hace y le dice en Su Palabra tiene la intención de hacerlo feliz, verdaderamente feliz. ¡Sí!

Creo que este es un testimonio para sus amigos y para todos a los que le rodean. Cuando ven que usted está resplandeciente, radiante, a pesar de las circunstancias, eso les habla…hace que se pregunten y piensen: “Esta persona tiene algo diferente… ¿Qué será?

Cuando camina en las sendas de Dios, de acuerdo con Su Palabra, usted brilla con Su luz. Usted difunde Su paz, y ¡eso es un testimonio poderoso! Su vida habla de las maravillosas obras de Dios. La felicidad es vivir con Él día a día. La felicidad es caminar en Sus huellas.

¡Sea feliz, mi amigo, y permita que emane de usted hacia los demás!

¿Dónde está la felicidad? ¡Él está dentro de usted, y su nombre es Jesús!

¡Gracias por existir!