Encuentros con el Hijo de DiosMuestra

El único medio de gracia

Aquí hay dos verdades importantes. (Y quiero que las tomes y la próxima vez que escuches a un profesor o un predicador decir lo contrario, vayas a él y le recuerdes esto). La primera verdad es que nadie se salvó jamás, nadie se salva ahora, y nadie se salvará jamás si no es por gracia. Antes de Moisés, nadie era salvo, excepto por gracia. Durante el tiempo de Moisés, nadie se salvó jamás, excepto por gracia. Después de Moisés y antes de la cruz, después de la cruz, desde la cruz y durante toda esa dispensación, durante cualquier dispensación, en cualquier lugar, en cualquier momento desde que Abel ofreció su primer cordero ante Dios en el altar humeante, nadie se salvó jamás de otra manera que no fuera por gracia.

La segunda verdad es que la gracia siempre viene por Jesucristo. La ley fue dada por Moisés, pero la gracia vino por Jesucristo. Esto no significa que antes de que Jesús naciera de María no hubiera gracia. Dios trató con gracia a la humanidad, esperando la Encarnación y muerte de Jesús antes de que viniera Cristo. Ahora bien, desde que Él vino y se fue a la diestra del Padre, Dios vuelve a mirar a la cruz cuando nosotros nos volvemos a mirar a la cruz. Todos, desde Abel en adelante, se salvaron al esperar la cruz. La gracia vino por Jesucristo. Y todos los que se han salvado desde la cruz se salvan por haberse vuelto hacia la cruz.

Oración

Padre, permite que experimente más de tu gracia en Cristo, Aquel que libremente dio su vida por mí. Amén.