Sin EtiquetasEjemplo

Podemos afrontar las etiquetas como Jesús lo hizo.

En la vida se pueden presentar situaciones en las que podemos vernos en la incómoda situación de ser etiquetados. Tal vez por ser creyentes en la Palabra de Dios, por ser de un lugar diferente, por nuestro aspecto físico o por muchas otras razones, que colocan perjuicios sobre nuestra vida.

Estas personas puede que sean cercanas o no a nosotros, y pueden llegar a sacar conclusiones acerca de nosotros sin conocer la verdad en profundidad.

Jesús no escapó de estas situaciones. Alguna vez, por ejemplo, lo llamaron samaritano y endemoniado. ¿Cómo reaccionarías tú si te llamaran así? Jesús, sin pelear o perder la cabeza, respondió con sabiduría, defendiendo lo que hacía y para quién lo hacía.