ComplejosMuestra

¡No sé Hablar!

¿Cuántas veces los complejos te han detenido, han impedido que cumplas la voluntad de Dios?

No te preocupes, no solo ha pasado contigo, también le pasó a un gran hombre de Dios. Este hombre del cual te hablo es Moisés.

Antes que nada, ¿qué es un complejo? Según Santiago Moll, es una imagen que cada uno se proyecta de sí mismo. Una imagen que, si no se gestiona correctamente, puede ser la causante de muchas limitaciones a lo largo de nuestras vidas.

Moisés fue llamado por Dios, a través de una zarza ardiente. Dios le dijo que a través de él salvaría al pueblo. Pero Moisés estaba lleno de complejos, lo primero que le dijo a Dios fue: ¿Quién soy yo para hacer lo que me pides?

Y continuó Moisés dando excusa tras excusas a Dios, hasta que le dijo: No sé hablar. A lo que Dios le respondió: ¿Quién fue que le dio la boca al hombre? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré en tu boca, y te enseñaré lo que debes hablar.

Aun así Moisés se resistió y Dios se enojó con él. Aun cuando al final Moisés sí cumplió lo que Dios le envió no lo hizo de la manera en la que Dios quería que lo hiciera, él no confió plenamente en Dios, necesitando que Dios comisione a otro para acompañarlo.

Hoy analicemos esta historia: No es malo que tengamos compañía en el ministerio, pero no debemos dejar que nuestros complejos nos impidan cumplir con aquello que Dios nos envió a hacer.

Oremos

Padre te entrego todos y cada uno de mis complejos, Tú los conoces Señor, te pido que me ayudes hacer Tu voluntad aun cuando creo que no soy capaz, aun cuando pienso que otro puede hacerlo mejor. En el nombre de Jesús, amén.

Con amor Karen