Sirviendo Con AmorMuestra

Orden y prioridades

Desde hace varios años, hemos venido realizando un evento enfocado a todos aquellos que sirven en áreas técnicas, artísticas y ministeriales dentro de sus iglesias.

En estos congresos, convocamos a servir a varios voluntarios de iglesias locales. En cierta ocasión, un voluntario se acercó y me dijo: “Vengo a pedir perdón, porque siento que le he fallado a Dios” Entonces le pregunté: “¿Por qué piensas eso?” Y él respondió: “Porque me había anotado para servir los tres días y solo pude ir un día, ya que se me presentó una oportunidad de trabajo y pensé que era mejor aprovecharla, ya que mi familia y yo tenemos necesidades de ingresos adicionales, así que decidí trabajar, en lugar de servir, y esto causó culpabilidad en mi”.

Aproveché para explicarle las prioridades que debemos de tener en nuestra vida, siendo esto un hecho, que confunde regularmente a muchos de los que servimos a Dios.

Así que, para quitar esas culpas o confusiones, debemos comprender lo siguiente de nuestras prioridades:

• El primer lugar, debemos tener a Dios como número uno.
• En segundo lugar, debe estar nuestra familia.
• En tercer lugar, lo ocupará nuestro trabajo y/o nuestros estudios, según sea el caso.
• En cuarto lugar, pero no menos importante, se encuentra nuestro servicio a Dios.

El problema que encontramos muchas veces, es cuando colocamos en primer lugar nuestro servicio a Dios, en lugar de a Dios. ¿Qué significa esto? Que no debemos poner como prioridad lo que hacemos, sino que debemos poner en primer lugar a la persona para quién lo hacemos. Es decir, nuestra relación con Dios.

Dios no te ama por lo que haces, sino por quién tú eres: Su hijo amado en quien se complace.

Entonces, ¿qué debes hacer?

- Buscar que lo primero en tu día, sea pasar tiempo con Dios, a Sus pies.
- Saber que, amas a Dios cuando amas a tu familia y pasas tiempo de calidad con ellos.
- Comprender que Dios se agrada más cuando suples las necesidades de tu familia, antes de suplir las necesidades de tu ministerio.
- Tu trabajo es la fuente que Dios te da como provisión para tu familia, e incluso, para poder bendecir a Dios a través de tus diezmos y ofrendas.
- Y, por último, pero no menos importante: está la oportunidad de servir a Dios.

Dios se alegra con tu servicio, cuando respetas estas prioridades.

Oración: Señor quiero amarte con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas. Hermoso Espíritu Santo lléname de tu amor para llevar en orden mis prioridades y ser estable en todos mis caminos. En el nombre de Cristo Jesús, amén.