Domina Tu LenguaMuestra
Solo bendición
¿Acaso puede dar un manantial agua dulce y agua amarga al mismo tiempo? (Santiago 3:11 PDT).
Es imposible que el agua de un manantial sea dulce o amarga a la vez. Así mismo, es difícil de comprender que nuestra boca hable palabras de bendición y maldición al mismo tiempo. Bendecir significa hablar bien, desear el bien. Cuando nosotros bendecimos a alguien estamos hablando bien hacia esa persona.
Esto es una decisión. Yo decido qué es lo que quiero que salga de mi boca. Así como Dios quiere bendecirnos siempre, nosotros debemos procurar bendecir siempre a nuestro prójimo. Las palabras que deben salir de nuestra boca deben ser palabras que edifiquen, no que destruyan. Deben ser palabras que alegre, no que entristezcan. Deben ser palabras que sanen, no que lastimen.
¿Cómo podemos lograr esto? Dejando que el Espíritu Santo tome el control de nuestra boca. Si le permitimos a Él dominar nuestra lengua, entonces no tendremos que estar luchando contra ese deseo de hablar mal de alguien. Solamente debemos rendirnos por completo al Espíritu de Dios.
Nuestra boca debe ser solo para bendecir. Y si hemos hablado maldición contra nosotros mismos o contra otro, debemos arrepentirnos y pedir perdón por haber conducido mal.
Acerca de este Plan
Cuántos problemas nos habríamos evitado si tan solo esas palabras no hubiesen sido pronunciadas. Las palabras que pronunciamos pueden liberarnos o atarnos. Pueden darnos los mejores momentos de nuestra vida o también los peores. Dios quiere que seamos sabios al hablar. Aprende lo que la Biblia dice sobre dominar la lengua.
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Nos gustaría agradecer a Christian Chiluisa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/capellan.chris/