3 Pasos para abrazarnos a Cristo

Aferrarse.

En uno de los momentos más difíciles buscó en adoración. En el momento de más necesidad buscó de DIOS.

Muchas personas se alejan de DIOS en esos momentos. Se enojan, o les cuesta orar y leer la Palabra. Sin embargo es dónde vamos a desarrollar el punto más íntimo con DIOS. Es cuando más tenemos que buscar de Su presencia. Dónde más debemos reconocer la soberanía de Cristo. David dice: “En mi lecho me acuerdo de ti”. No podía dormir por la situación que vivía, por esa razón pensaba en DIOS en todo momento.

Cuando tenemos un problema estamos todo el tiempo pensando, cómo resolverlo. Al salmista le sucedía lo mismo. Sin embargo sus pensamientos estaban enfocados en DIOS.

Salmos 63 NVI

8 Mi alma se aferra a ti;
tu mano derecha me sostiene.

Esta es una de las más hermosas frases de este Salmo. Cuando el salmista habla de aferrarse se refiere a estar abrazado totalmente a DIOS.

Aferrarse:

Obstinarse, mantener con fuerza y convicción una idea, opinión o posición.

En realidad aferrar se forma sobre el latín ferrare (herrar, guarnecer con hierro, sujetar algo con grilletes o argollas de hierro), verbo derivado del latín ferrum (hierro) de manera que aferrar en origen se refiere a tener algo tan amarrado y bien agarrado como cuando se lo apresa con grilletes o cadenas de hierro.

David se sentía amarrado de DIOS como con un grillete de hierro. Sabiendo que no podía separarse de Él, pero lo más fascinante es cuando agrega, Tu mano me sostiene.

El problema radica cuando te aferras a otras cosas.

· Aferrado al dinero: si tú confías en tus bienes, entérate que puedes perderlos, no es la mejor herramienta para tener seguridad.

· Aferrado a las personas: si tú dependes de una persona debes saber que en algún momento puedes perderlos, sean familiares, amigos o pareja.

· Aferrado a un trabajo: tampoco, tú sabes que puedes perderlo también.

Cada cosa a la cual nos aferremos nos va a lastimar, porque estaremos en una situación de tironeos constantes. Si una persona está cayendo y se amarra o aferra a otra, se lastimaran las muñecas y sus brazos. Sin embargo, DAVID, estaba aferrado pero sostenido por la mano de DIOS. No hay tironeos en ese amarre, porque la mano del Soberano, desde abajo sostiene.

En este tiempo debemos estar aferrados a DIOS y sostenidos por Su mano.

Cuando tú vives aferrado a DIOS, sabrás tomar buenas decisiones, sabrás estar en el mejor lugar, sabrás estar con las personas que te bendicen y no con personas que te quitan la bendición.

Cuando nos mantenemos conectados tomamos buenas decisiones. Una vez más vemos un paralelismo con el Nuevo Testamento.

Juan 15:5 RV1960

5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Jesús es la vid, debemos permanecer aferrados a Él. Es la única forma de dar fruto, de crecer, de prosperar. La sabia corre por las ramas hasta llegar a los pámpanos. Vivir conectados y sostenidos como viendo al invisible.

Que en este tiempo puedas vivir aferrado a Jesús. Así podrás tomar buenas decisiones, aunque estés en el desierto o en la abundancia.

Vivamos aferrados a Jesús.