Somos La IglesiaMuestra
La unidad
Resulta imposible pensar que un cuerpo funcione cuando sus miembros no están unidos y relacionados entre sí. La Biblia nos llama a vivir en unidad con otros creyentes, ya que esto hace que el cuerpo funcione correctamente y alcance la madurez, es decir, la estatura de Cristo Jesús.
Primero, el cuerpo debe estar unido a la cabeza, Cristo es la cabeza de la Iglesia. Él está en primer lugar. Si decimos que somos la Iglesia es porque Jesús es la prioridad. Jesús es el que por medio de Su Palabra y por medio del Espíritu Santo nos guía en cuanto a todo lo que debemos hacer. Después, cada parte del cuerpo debe estar relacionada entre sí con las demás. Cuando las partes de un todo están unidas crecen con igualdad. Así debe suceder en la Iglesia, todos los miembros deben crecer en madurez al mismo tiempo.
La unidad entre los creyentes debe ser cultivada. No sucede porque sí, no es casualidad. El Apóstol Pablo le dice a la iglesia de Éfeso que se esfuerce por mantener la unidad que da el Espíritu Santo:“El Espíritu los ha unido con un vínculo de paz. Hagan todo lo posible por conservar esa unidad, permitiendo que la paz los mantenga unidos" (Efesios 4:3 PDT).
La Iglesia debe caracterizarse por la unidad de quienes la conforman. No fuimos llamados a dividir el cuerpo de Cristo, sino a trabajar y esforzarnos por mantener al Espíritu Santo en el cuerpo de tal manera que Su presencia se evidencie en la unidad.
Escrituras
Acerca de este Plan
La fe en Jesús no es una fe solitaria, es una fe comunitaria. Cada uno de nosotros fuimos llamados a reflejar la imagen de Jesús. Por lo tanto, contrario a lo que muchos piensan, la Iglesia no es el edificio donde nos reunimos con frecuencia. La Iglesia somos cada uno de nosotros.
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Nos gustaría agradecer a Christian Chiluisa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/capellan.chris/