Escudriñad Las EscriturasMuestra

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;” (1 Corintios‬ ‭13:4-5‬ ‭RVR1960‬‬).

¿Alguna vez has tratado de perdonar a alguien y descubriste que simplemente no podías hacerlo? Has llorado por eso y orado por eso y le has pedido a Dios que te ayude, pero esos viejos sentimientos de resentimiento simplemente no desaparecieron.

Pon fin a ese tipo de fracasos en el futuro basando tu perdón en la fe en lugar de en los sentimientos. El verdadero perdón no tiene nada que ver con cómo te sientes. Es un acto de voluntad. Se basa en la obediencia a Dios y en la fe en Él.

Eso significa que una vez que has perdonado a una persona, debes considerarla perdonada permanentemente. Cuando surjan viejos sentimientos dentro de ti y Satanás intente convencerte de que en realidad no los has perdonado, resiste. Di: No, ya he perdonado a esa persona por fe. Me niego a insistir en esos viejos sentimientos.

Y recuerda esta promesa:

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan‬ ‭1:9‬ ‭RVR1960).‬‬

No te conviertas en un contable emocional, llevando una cuenta cuidadosa de los males que has sufrido. Aprende a perdonar y olvidar. Te abrirá un nuevo mundo de bendiciones.

Iglesia La Embajada.